Tinder es sin lugar a dudas una de la aplicaciones para encontrar pareja más popular en los últimos años. Según cifra bindadas por
infotechnology.com, esta arrasadora app vio en Argentina más de 2,5 millones de matches (coincidencias entre personas que se gustan entre sí) y cada día varios usuarios adeptos le dan "me gusta" o "no me gusta" a más de 50 millones de perfiles activos de la red. De esta manera, Argentina se ubica como el segundo país de la región en utilizar la aplicación detrás de Brasil, uno de los mayores mercados de Tinder, junto a Estados Unidos, Inglaterra, Francia y Canadá.
Sin embargo, un nuevo estudio confirmaría que los usuarios de esta aplicación tienden a tener una baja autoestima en comparación con quienes no la utilizan con periodicidad.
La principal razón radica en una constante mirada juzgadora de los usuarios de Tinder. La gente acepta o rechaza los potenciales partidos amorosos basándose principalmente en fotos, y, a veces, en una breve descripción. El estudio encontró que este tipo de juicio puede tomar un clara significación en quienes participan. También se pudo observar que la vergüenza corporal y los estados de ánimo negativos son otros factores en juego.
Para llegar a estas conclusiones, se pidió a 1.044 mujeres y 273 hombres -en su mayoría estudiantes universitarios- que completaran una serie de cuestionarios relacionados con el uso de Tinder, así como sobre su imagen corporal, factores socioculturales, objetivación percibida y bienestar psicológico. Aproximadamente el 10 por ciento reportó usar Tinder, y tanto los usuarios masculinos como los femeninos reflejaron una menor satisfacción en relación a sus cuerpos y opiniones de otros en comparación con con aquellas personas no usuarias, aseguró Jessica Strübel -líder de la investigación- y Trent Petrie -co participador-, ambos de la Universidad de North Texas.
"Encontramos que estar involucrado activamente con Tinder, independientemente del sexo del usuario, estaba asociado con la insatisfacción corporal, la vergüenza del cuerpo, el monitoreo corporal, la internalización de las expectativas sociales de la belleza, comparándose físicamente con otros y la confianza en los medios de comunicación para la información sobre la apariencia y atractivo", dijo Strübel a APA (
American Psicological Assosation).
Los investigadores se sorprendieron al observar los resultados, los cuales sugieren que los hombres son tan afectados por la baja autoestima como las mujeres, y, en algunos casos, los porcentajes son mayores en el género masculino.
"Aunque las intervenciones actuales de la imagen corporal se han dirigido principalmente a las mujeres, nuestros hallazgos sugieren que los hombres son afectados igualmente y negativamente por su participación en las redes sociales", agregó la especialista.
Es importante señalar que pese a que los usuarios tienden a tener una menor autoestima, esto no significa necesariamente que la aplicación sea la causa principal, pero sí se puede llegar a inducir y atraer para su uso a personas con dicha característica personal. Un simple me gusta o no puede hacer la diferencia a la hora de establecer una seguridad personal y física.