"Adivino quién sos" o "Te digo quién sos" fueron los nombres (y sus derivados) que escogieron para crear las cuentas. Lo hicieron en Instagram y en Twitter, en donde cautivaron a innumerables usuarios que cayeron en la trampa. En menos de 48 horas, mezclando la magia con la incertidumbre, lograron convertir una farsa en un desafío viral que acaparó la atención de millones de personas.
La temática era simple: seguir una serie de pasos que culminaba en un DM (mensaje directo) con el creador de la cuenta, quien vaticinaba, revelaba y se explayaba acerca de la persona que lo contactaba mencionando secretos y aspectos íntimos. Luego publicaba los mencionados chats, que despertaban el asombro general.
Al parecer fue todo una gran mentira. Así lo explicó Mauricio Vesprini, influencer y licenciado en Marketing, quien, junto a Mateo Duhalde, administra diferentes perfiles en las redes sociales con millones de seguidores (
@cosodelvisto: +1.600.000 seguidores o
@madreatípica: +1.660.000).
"La intriga de saber qué sabe una persona anónima de uno, hizo que se generase una bola de nieve inmensa insostenible. La clave del éxito fueron los 5 pasos que la cuenta le pedía a los usuarios. Estos pasos, por cierto muy bien pensados, tenían como objetivo principal el aumento radical de sus seguidores. La gente no sabía que haciéndolos favorecían ampliamente la viralización de este fenómeno", dijo Vesprini.
El joven influencer aseguró: "Una vez cumplidos los pasos, este perfil aseguraba que respondía los mensajes de sus seguidores con información de ellos. Pero la realidad es que los seguidores jamás recibieron una respuesta de parte del 'mentalista', debido a que no existía tal 'adivino'".
"El adivino subía capturas de pantalla de mensajes en donde respondía cosas claves que dejaban atónitos a sus seguidores. ¿Cómo obtenía esos datos? Al parecer, los datos eran tan falsos como las capturas de pantallas que me mencionas. Lo que realmente hacía esta persona es simular una conversación con otra persona -basta con tener dos cuentas de Instagram-, en la que se autorrespondía y que al publicarlas en anónimo, generaba una mezcla de ilusión e intriga a sus seguidores. Es por eso que habían muy pocas publicaciones en relación a la inmensa cantidad de seguidores".
¿Peligro en puerta?
"En absoluto, debido a que el perfil jamás solicitaba en sus pasos información privada de sus seguidores. No existe delito informático alguno, es simplemente una 'gran estafa' viral de la que muchísima gente participó. No deben tener miedo en absoluto, debido a que al ser charlas falsas creadas por el mismo administrador, ningún dato e información privada está en peligro", concluyó Vesprini.
"La respuesta a esto viene de la mano de una técnica que en el marketing digital llamamos 'profile seeding', que consta de sembrar una cuenta para luego tener un beneficio económico en el corto plazo. Existe un mercado muy importante de compra-venta de estos perfiles, para quienes quieren empezar en redes sociales con un amplio número de seguidores simplemente cambiándoles el nombre a la cuenta", explicó Juan Manuel Gareli Fabrizi, consultor en marketing.
Un perfil con ese número de seguidores y tan activo, puede costar entre 5000 y 8000 dólares.
Mauricio Luna / Infobae