Fueron segundos de desconcierto, miedo y terror los que cientos de turistas vivieron hace 8 días en Las Ramblas de Barcelona, cuando una camioneta se subió al paseo peatonal y comenzó a arrollar personas,
dejando como saldo 14 muertos y más de 100 heridos.
En las últimas horas, con la herida aún abierta y cuando la ciudad trata de recuperar su vida normal, se comenzaron a conocer las imágenes que registraron las cámaras de los comercios de la zona y que grafican un poco el inició de una trágica jornada en Cataluña.
En tanto, este viernes dos muchachas comenzaron regalar espontáneamente flores a quienes pasean por las Ramblas.
"Ahora, mirando lo que nos ha pasado con este atentado lo demás se deja de lado", dice a
AFP Goldy Justiniano, una boliviana de 31 años que trabaja en el emblemático Mercado de la Boquería.
Por aquí y aprovechando la confusión, pasó en su huida según los investigadores el conductor de la camioneta blanca que el 17 de agosto se subió al paseo peatonal y arrolló a cientos de personas matando a 13 de ellas.
Goldy, que vive en Barcelona desde hace más de diez años, estaba en su puesto de fruta y fue testigo de las escenas de pánico.
Desde entonces, cuenta, todo el mundo está más afectuoso: "la gente se da más abrazos, más besos".
Y los eternos temas de discordia en la ciudad, desde el proceso independentista a la masificación turística, se han aparcado.
Agencia Reuters y AFP