La nave, con cabina presurizada y dos pilotos, alcanzó los 52.172 pies y superó la última marca internacional, registrada en 2006.
El Perlan II, un aeroplano con cabina presurizada diseñado para llegar a los límites con el espacio, marcó aquí un hito mundial al alcanzar los 52.172 pies de altura, el equivalente a 15,9 kilómetros, y romper así el récord mundial establecido también en estos cielos en 2006. El avión vuela sin motores, impulsado por el fenómeno meteorológico conocido como onda de montaña, que conjugado con el vórtice polar le permite surfear en corrientes de aire únicas que se dan en la cercanía de los polos.
"Fue fantástico, 11 años de trabajo al fin dieron su fruto", comentó Morgan Sandercock, australiano, piloto y diseñador de los sistemas del Perlan II que ayer voló junto a Jim Payne, el jefe de pilotos. Ambos son los poseedores del nuevo récord mundial, que estaba en manos de Steve Fosset y Einar Enevoldson, quienes habían llegado hasta los 50.722 pies a bordo del Perlan I, que no contaba con cabina presurizada y los pilotos debían usar trajes de la NASA.
Hace dos meses que el equipo del proyecto Perlan II está instalado en El Calafate en busca de las mejores condiciones meteorológicas para remontar el cielo con la ayuda de las "ondas de montaña", sumado a la cercanía del vórtice polar, condiciones que se dan también en Nevada, Estados Unidos, lo que permite al planeador surfear en olas de energía invisible y ascender en busca del espacio.
Ayer (domingo) fue el día perfecto. Payne y Sandercock fueron los pilotos elegidos y en tierra quedó el piloto Tim Gardener, de los Estados Unidos, junto al resto del equipo. "Todo el equipo compartió una comida, porque fue el apoyo de todos el que permitió que esto ocurriera", afirmó Payne, un premiado y reconocido piloto en el mundo de la aviación de 67 años, que cuenta en su haber con varios récords mundiales.
La marca que ayer registraron de 52.172 pies es por ahora una nueva marca mundial extraoficial, dado que se debe esperar la homologación que otorga la Federación Aeronáutica Internacional (FAI), con sede en París.
El proyecto Perlan se inició hace dos décadas y cuenta con el financiamiento de donantes individuales y el patrocinio de AirBus Group desde 2014.
El vuelo de ayer duró seis horas y media; "la onda de montaña no estaba tan fuerte como esperábamos, pero era consistente, lo cual con paciencia nos permitió ascender hasta donde llegamos", evaluó Payne. El vuelo se pudo seguir en tiempo real a través de la cabina virtual de www.perlanproject.org. En el momento cúlmine del vuelo, Payne realizó una cuenta regresiva desde el aire a medida que se acercaban a romper el récord, que su esposa, Jacqueline, miembro del equipo, grabó desde tierra.
A medida que el Perlan II continúa escalando a través de la atmósfera y entrando a la estratosfera, está recolectando datos relevantes para la ciencia, el cambio climático y la tecnología que les permiten aprender más sobre aeronaves volando en climas extremos a grandes altitudes. Antes de regresar a Nevada, el equipo seguirá probando el majestuoso aeroplano en el cielo patagónico.
El Proyecto nació entre 1992 y 1998, cuando el piloto de la NASA Enevoldson recopiló pruebas sobre la existencia de "las ondas de montaña estratosféricas". Calculó que podían impulsar un planeador hasta la frontera con el espacio y para comprobar su hipótesis se propuso construir la nave Perlan I con la participación de Fossett. El objetivo se concretó en 2006. Fossett tenía planeado financiar el Perlan II pero tuvo un accidente aéreo y desapareció en 2007.
En 2014 Airbus se sumó al proyecto. Hoy tienen su nueva marca mundial y creen que con esta nave, podrán seguir volando hasta los 90.000 pies, con lo cual estiman que el proyecto tiene unos cuatro años más por delante.