Ya pasó una quincena desde el último contacto entre el submarino desaparecido ARA San Juan y la Armada Argentina. Es duro, pero la esperanza terminó. La expectativa de hallar con vida a los 44 tripulantes llegó a su fin. En estos 15 días, se mezcló la angustia con la esperanza, pero todo fue dolorosamente inútil.

En la jornada de este jueves, la Armada comunicó que se acabó el tiempo para rescatar a personas con vida, aunque continuará el rastrillaje para recuperar el navío. Queda la pena inmensa e inconmensurable de los familiares de los tripulantes que no volverán a ver a sus seres queridos. No se decretará la muerte de los navegantes o duelo nacional hasta tener una evidencia comprobable del submarino hundido.

Escuchá la columna completa de Nicolás Ángel Florio