La Navidad se celebra a lo largo y ancho del mundo. En Nochebuena, Papá Noel recorre los cielos de todo el planeta a bordo de su trineo tirado por renos para llevar los deseados regalos y cumplir las ilusiones de cada uno de los niños del mundo. Todos esperan la llegada de ese viejito barrigudo, de tez rosada, vestido con traje rojo y larga barba blanca.
 
Gracias a un trabajo de investigación, la periodista Mabel Sánchez reprodujo en La Mañana del Limón una entrevista de la televisión española donde se pone en duda la honestidad del hombre de los regalos, enmarcada en una época que vislumbra diariamente la corrupción que hay en la sociedad y la influencia de los medios de comunicación en el poder.
 
El entrevistador comienza cuestionando las normas y leyes que infringe Papá Noél a nivel mundial mientras recorre y reparte “mercancía” en todo el mundo: “Se ha dicho que usted soborna a sus contactos con regalos. Recibe miles de sobres en sus oficinas y además, trafica saltándose las aduanas como la peor mafia internacional”.
 
Y continúa con su intento de poner al descubierto al barrigón: “Sus actividades son internacionales. Controla perfectamente los mercados norteamericanos y europeos. Todo a base de regalos. ¿Esto es verdad? Lo permite sin pudor porque además ha recibido sobres”.
 
Al momento de interrogar sobre los empleados en la fábrica del Polo Norte, el periodista discutió que los “enanos” son becarios con menos papeles que una liebre. “Estos animales son mágicos porque le permiten introducir mercancía sin pasar la Aduana, sin gastos astronómicos de desplazamiento o facturas sin IVA ¿Y estas imágenes suyas colándose por chimeneas de casas ajenas? ¿Por qué los regalos no tienen hollín?”, expresó.
 
Terminando la polémica serie de preguntas, la tablet del entrevistador deja de funcionar y Papa Noel le manifiesta: “Usted sabe que la tableta de nueva generación viene con 10 TB y 4D”.
 
Con ese comentario, cambia la actitud del periodista, quien pregunta si el aparato es caro y cuándo llegaría el nuevo producto. “Bueno, si deja de hacer preguntas, a lo mejor se lo trae Papa Noel”, contestó el hombre de barba blanca.

A lo que su interlocutor le pregunta: "¿Lo de la tablet tardaría mucho?".
 
La columna de Mabel Sánchez