El navío desaparecido navegaba con las baterías en mal estado y sufría filtraciones. Elisa Carrió denunció a ex ministros K ante la Justicia.
A más de un mes de la desaparición y ya sin expectativas de hallar a los 44 tripulantes por vida, comienzan a conocerse datos comprometedores sobre el estado del ARA San Juan. Un documento secreto, a cargo de la Armada, comprueba que la reparación de media vida no lo dejó en las mejores condiciones.
El informe es una inspección técnica realizada el 20 de diciembre del 2016 y Srur, el desplazado jefe de la fuerza, lo conocía. "Las deficiencias encontradas en el equipamiento del ARA San Juan dificulta su alistamiento para cumplir con los planes de rigor”, se lee en el texto al que accedió en exclusiva el diario Clarín.
En el mismo detallan que no tenía "herramientas básicas" para socorrer heridos y que presentaba una “limitación en la vida útil de las baterías”, recicladas en la reparación realizada durante el gobierno kirchnerista. Se especula que esos reservorios de energía fallaron y podrían haber provocado una explosión bajo el agua.
Además, el informe aclara que el tiempo de la reparación de media vida se extendió y, advierte, "los arreglos terminaron mal hechos". “Durante las reparaciones de media vida se utilizaron materiales no adecuados o de baja calidad en sistemas sometidos a la acción del agua de mar y presión hidroestática”, agrega contundente.
Con esta información en la mano, Elisa Carrió denunció a los ex ministros de Defensa Agustín Rossi, Nilda Garré y Arturo Puricelli, y también al ex jefe de Gabinete de Asesores del Ministerio, Raúl Garré. Los acusa de formar una asociación ilícita.