Claudio Tapia, presidente de la AFA, y Mariano Elizondo, titular de la Superliga, expusieron ante los miembros de los Tribunales de Disciplina y Apelaciones para explicar los alcances del proyecto.
En apenas un puñado de ítems, la Súperliga y la AFA explicaron de qué manera van a elaborar el plan para que la vuelta de los visitantes, postergada desde mediados de 2013, sea una realidad en 2018, cinco años después.
El paso por paso es muy claro y no deja duda de la manera en qué la dirigencia del fútbol argentino saldará la enorme deuda que mantiene con los aficionados, socios e hinchas que llenan las tribunas domingo a domingo.
La intención es el empadronamiento de los hinchas que concurren a las canchas, para que las entradas sean nominales. Una especie de Fan ID, como se utiliza en los Mundiales. La búsqueda es que el empadronamiento desarrollarse on line.
Para evitar que los dirigentes de los clubes manejen las entradas y que las barras bravas puedan tener acceso a los ingresos a través de ellos, las mismas se comercializarán exclusivamente a través de algún sistema de venta de los tradicionales, que cerrará el expendio 72 horas antes de cada encuentro. Se están analizando costos y operatividad de los mismos.
A su vez, en esta primera etapa que tendrá su puntapié inicial en la próxima temporada, los clubes que completen sus estadios con socios y abonados podrán optar por no recibir visitantes.