La decisión va a causar malestar en el sector editorial, que durante años ha invertido en la red social de acuerdo a unas reglas de juego siempre cambiantes pero que a partir de ahora no serán siquiera válidas.
El ascenso de Trump, el fenómeno de las noticias falsas, la injerencia rusa... no se puede decir que el 2017 de Facebook haya sido precisamente tranquilo. En el punto de mira de las editoriales y organizaciones periodísticas, la compañía ha pasado buena parte del año examinando cuál es su papel y responsabilidad en el flujo de información que reciben a diario sus 2.000 millones de usuarios.
La conclusión no es buena, a tenor de los cambios que Mark Zuckerberg, fundador y máximo responsable de la red social. En 2018 los usuarios van a notar un cambio significativo en el tipo de contenido que ven al entrar en la red social, en el llamado "muro" o News Feed.
Durante los últimos años la compañía ha tratado de llenarlo con publicaciones o vídeos que provenían de las páginas e individuos que cada usuario había designado como interesantes. Ahora, la compañía dará relevancia a los comentarios y actualizaciones de estados de amigos y familiares. Los usuarios verán más fotos de mascotas y bebés. También noticias, sí, pero principalmente aquellas que estén generando interés o conversaciones en el entorno social y familiar de cada individuo.
"A medida que avancemos, verás menos contenido público, como publicaciones de negocios, marcas y medios. Y el contenido público que se mostrará mantendrá en un mismo estándar: debe ser un contenido que genere interacciones significativas entre las personas.", explica Zuckerberg en un post dentro de la red social que resume la nueva estrategia.
La decisión va a causar malestar en el sector editorial, que durante años ha invertido en la red social de acuerdo a unas reglas de juego siempre cambiantes pero que a partir de ahora no serán siquiera válidas.
El tráfico de Facebook es una fuente importantísima para muchos medios de comunicación (muchos han nacido y crecido precisamente gracias a la red social) y todo apunta que va a secarse muy rápido en los próximos meses. Varias empresas editoras han señalado ya que los ajustes en el algoritmo de los últimos meses han tenido un efecto notable en la cantidad de tráfico que reciben de la red.
Las marcas en busca de atención de posibles clientes también tendrán que ajustar sus expectativas. Todos los "likes" atesorados durante años tendrán un efecto menor en la audiencia efectiva que podrán alcanzar de forma orgánica, sin invertir en publicidad.
Los cambios, según Zuckerberg, también van a recortar el tiempo que la gente pasa en la app de Facebook, una métrica que ya empezaba a dar síntomas de fatiga, pero considera que valdrá la pena si el contenido que consumen es más relevante para ellos.
"Facebook tiene mucho trabajo aún por hacer", concluye Zuckerberg, "ya sea para proteger a nuestra comunidad contra el abuso y el odio, para defenderse contra la interferencia de los estados o para asegurarnos de que el tiempo que se pasa en Facebook sea tiempo bien empleado".