Un hombre de 43 años convirtió a su viejo Pontiac en un Ferrari. Agentes de la Policía Nacional de España lo detuvieron por modificar la estructura convencional de su vehículo para transformarlo en una unidad fabricada en la mítica planta de Maranello. El acusado alteró la estructura original para emular la estética inconfundible de un Ferrari: incluyó logotipos registrados por la marca de deportivos para otorgarle mayor veracidad al fraude.
Personalizar un automóvil personal para que simule la apariencia de otro vehículo no es técnicamente un delito. Intentar vender un Ferrari falsificado sin notificar a los posibles compradores que la unidad es una mera réplica sí lo es. Si el propietario se hubiese ahorrado la aplicación y reproducción del símbolo del Cavallino Rampante en su obra, no habría ilícito. El vehículo customizado estaba publicado a la venta en importantes sitios web de segunda mano sin la especificación del caso.
La investigación comenzó a raíz de una denuncia facilitada al Grupo de Delincuencia Especializada de la Brigada Provincial de la Policía Judicial de Alicante, que tras gestiones de rigor, intervino el vehículo, corroboró el fraude y procedió a la detención del propietario. La acusación lo presenta como presunto autor de un delito contra la propiedad intelectual: tras la declaración en una dependencia judicial, fue puesto en libertad con cargos.
La unidad estaba ofrecido en sitios de compra-venta online con un precio de 18 mil euros, un valor accesible para la calidad de un deportivo firmado por Ferrari. Fue encontrada por las autoridades policiales en un taller mecánico de Torrellano. Los vehículos réplica suelen comercializarse por sitios web con buen flujo de ventas en los principales mercados del mundo. A diferencia del Pontiac acondicionado, los autos customizados son homenajes o juegos de diseño que no esconden su origen real.
Según información suministrada por la policía local, la carrocería fue manipulada con buenos resultados, pero en su interior la unidad levantaba sospechas al no conseguir la misma identidad de un Ferrari ni la misma terminación en los detalles. En febrero de 2017, la Policía Nacional intervino en un taller de Girona donde hallaron catorce vehículos en distinto grado de transformación: cuatro eran varios modelos de Ferrari ya listos para su comercialización.