Spotify es la plataforma más popular para escuchar música en la web. Millones de personas en todo el mundo la utilizan cada día para musicalizar sus momentos de ocio o trabajo y compartir sus gustos musicales. Pero un usuario búlgaro pensó que podía hacerse un dinero gracias a la aplicación y diseñó una estafa perfecta para recibir de Spotify al menos 288 mil dólares por mes en derechos de autor. Y todo de manera absolutamente legal.
Todo se basa en un dato básico del funcionamiento de Spotify, que le permitió progresar en los últimos años en acuerdo con las discográficas: el pago de derechos de autor a los autores y titulares de derechos de las canciones que escuchan los usuarios. La plataforma paga, como mínimo, $0,004 dólares al autor por cada reproducción de su canción en el sistema.
Todas las semanas, Spotify envía a los ejecutivos de las discográficas un ranking de los playlists más escuchados en Estados Unidos y el mundo. Casi todas las playlists más exitosas son creadas por las propias discográficas. Pero en septiembre de 2017, un ejecutivo de la industria de la música se sorprendió al descubrir una lista llamada "Soulful music" que no pertenecía a ninguna grabadora pero rankeaba en el puesto 35° del mundo y en el número 11° de Estados Unidos. Comentó esto a la publicación Music Business Worldwide (MBW), que inició su propia investigación.
¿Qué era "Soulfoul music"?
Una playlist de 467 canciones de artistas casi desconocidos, casi sin biografía en la web, todas con un ISRC (el código internacional estandarizado que identifica a cada canción en streaming) proveniente de Bulgaria. La mayoría de esas canciones, duraban poco más de 30 segundos, el tiempo mínimo de reproducción que estipula Spotify para hacer el pago de derechos.
¿Más datos extraños? En la tercera semana de septiembre de 2017, la playlist fue seguida por apenas 1.797 personas, un número muy bajo para una de las listas más populares de Spotify. Es más, según las métricas de Spotify, cada una de las canciones era escuchada mensualmente por solo unos 1.200 usuarios.
¿Cómo era posible que se conjugaran estos datos extraños? Había sólo dos posibilidades: o "Soulful Music" era una lista absolútamente adictiva para un nicho de 1.200 personas que las escuchaban una y otra vez o … un individuo en Bulgaria había fabricado 1.200 cuentas de Spotify y las había puesto a escuchar en loop las 467 canciones de la playlist. Para haber llevado a "Soulfoul Music" a lo más alto del ranking, los 1.200 usuarios tendrían que haber pagado el abono de subscripción premium.
Hagmos cuentas: 1.200 abonos premium de USD 9,99, significan 12.000 dólares por mes, que pueden reducirse si se aprovecha alguna promoción o plan familiar. Esa habría sido la inversión para llevar adelante la estafa.
Ahora bien, el promedio de las canciones de la playlist era de 43 segundos. Si cada cuenta escuchase las canciones de "Soulfoul music" en loop durante los 86.400 segundos de cada día, en un mes de treinta días habría escuchado 60 mil canciones por las que Spotify debe pagar derechos. Multiplicado por los 1.200 usuarios… son ¡72 millones de reproducciones mensuales! A USD 0,004 dólar por cada una, resultan 288.000 dólares.
Es más, si el usuario logró crear un sistema que saltee las canciones después de los 30 segundos (el mínimo que la hace monetizable), podría haber llegado a 103 millones de reproducciones y cobrar por derechos ¡USD 415 mil por mes!
Obviamente, una discográfica alertó de esto a Spotify que en octubre de 2017 borró todas las canciones subidas por el usuario búlgaro a su sistema. Para entonces, la estafa había funcionado durante cuatro meses.
Es decir que el ingenioso búlgaro habría logrado hacerse con entre 1,1 y 1,6 millones dólares antes de ser descubierto. Y lo peor es que todo lo hizo de manera legal.
Cuando la publicación MBW consultó a Spotify al respecto, la empresa le respondió con un comunicado escueto en el que no entró en detalles pero dijo que se tomaba "con mucha seriedad la manipulación del servicio de streaming" y que invierte "continuamente en la detección y remoción de las actividades inaceptables".