Un grupo de protección de menores de EE.UU. pide sanciones para Google por violar varias leyes al recopilar información en anuncios y vídeos
Una coalición de 23 grupos de defensa de menores han presentado una queja ante la Comisión Federal de Comercio de los Estados Unidos alegando que Google ha recopilado información personal de su público con menos de 13 años.
En el texto presentado, al que ha tenido acceso The Guardian, alegan que aunque Google asegura que YouTube es un producto para mayores de 13 años, saben que niños más jóvenes lo utilizan y no hacen nada por su protección. Además, recopilan su información personal, como la localización, el dispositivo que utilizan y el número de teléfono, y que lo hacen a través de varias webs y servicios sin pedir un consentimiento parental.
El consentimiento de los padres es algo fundamental según las leyes que protegen a los menores online en EE.UU., motivo por el cual las asociaciones piden que Google sea investigada y sancionada, en el caso de demostrarse estas acusaciones, por la Comisión Federal de Comercio.
La relación de Google y su público infantil en YouTube ha sido problemática, como mínimo. En 2015, la compañía creo el servicio YouTube Kids dedicado a ellos (llegó en 2016 a España), pero con el tiempo,se ha demostrado que esta plataforma paralela estaba llena de contenidos inapropiados y que infringen derechos de autor. Los montajes de vídeo con series populares, como Bob Esponja, Peppa Pig o con superhéroes del mundo Marvel pueblan a sus anchas en esta región de la plataforma y suelen tener un contenido no apto.
Esta coalición ha puesto el foco de atención en la recopilación de sus datos y no en el contenido que se ve, lo que también es grave, más aún en el actual clima negativo con respecto a gigantes tecnológicos por realizar este tipo de prácticas. Facebook es quien más perjudicada está resultando en estos momentos tras el escándalo de Cambridge Analytica.
Muchos canales infantiles figuran entre los más populares de YouTube, por lo que los anunciantes suelen pagar un precio mucho más alto por aparecer en ellos.Google también cobra una tasa extra a los canales dedicados a "padres y la familia", pues es una categoría también muy cotizada.
"YouTube sabe que hay niños viendo su contenido y ha creado canales especialmente dirigidos a ellos, pero no parece haber obtenido el permiso paternal antes de empezar a recopilar información de su público", asegura una de las representantes de la asociación demandante.