Justo cuando el Papa Francisco presidía su audiencia pública de los miércoles, ante miles de personas congregadas en la Plaza de San Pedro, a unos 400 metros, intervinieron los Carabinieri desviando el flujo de vehículos y provocando caos en la zona. Todo producto de una llamada telefónica anónima al número de emergencias 112 en la cual, una voz de mujer, anunció la presencia de una bomba en el banco.
Junto a los Carabinieri, también respondieron militares y una escuadra canina especializada en la detección de explosivos. Todos los trabajadores de la sucursal fueron desalojados, aunque -hasta ahora- no ha sucedido ninguna explosión.
Sin embargo, el episodio no afectó el desarrollo de la audiencia papal ni a los turistas y feligreses que pasean por la zona, más allá de obligarles a transitar alejados de la calle cerrada. Además se evacuó al vecino Palacio de San Pablo, que alberga edificios del Vaticano.