Moscú
De Moscú poco nos queda por contar la verdad. Junto a San Petersburgo son las que se llevan la palma en turismo en el país. Enorme, con 12 millones de habitantes, pero con un de los medios de transporte más efectivos y bellos del mundo: el metro de Moscú es toda una experiencia de viaje y para los sentidos. La Plaza Roja, el Kremlim y sus murallas, la Catedral de San Basilio y sus preciosas cúpulas cebolla de colores. Ver arte en la galería Tretiakov o en el Museo Pushkin o en el Estatal de Historia. O caminar, simplemente caminar. Es la única en la que hay dos de los estadios en los que se va a jugar.
San Petersburgo
La segunda ciudad más poblada de Rusia es la Venecia del Norte (se nos va la mano con esa descripción: Amsterdam, Brujas...) y dedicarse a cruzar algunos de sus más de 400 puentes es todo un ejercicio de conocimiento de la ciudad. Hablar de San Petersburgo es trasladarse la época imperial, visitar el impresionante Hermitage y darse cuenta de que es el Palacio de Invierno de los Zares y que los ojos no son suficientes para procesar tanta belleza. La Basílica de la Sangre Derramada te sobrecoge y otro tanto de lo mismo pasa con la Fortaleza de San Pedro y San Pablo y las tumbas de los Zares.
Volgogrado
Volgogrado es sobre todo conocida por la Batalla de Stalingrado, uno de los más cruentos combates con miles de vidas perdidas y que cambió radicalmente el curso de la Segunda Guerra Mundial. Seis meses de resistencia y casi dos millones de muertos. Una ciudad reducida a escombros que se reconstruyó en pura arquitectura estalinista.¿Su nombre actual? la Ciudad del Volga, ya que se extiende a lo largo de 65 km a la orilla del que es el río más largo de Europa. Imprescindible la visita al complejo en memoria de los caídos situado en la colina Mamáyev Kurgán.
Es una ciudad industrial, marcada por su estructura a lo largo del río con un montón de posibilidades para los visitantes, tanto en deportes acuáticos, como terrazas como historia en estado puro con monumentos masivos como los de la foto.
Sochi
Entre las montañas del Cáucaso y el Mar Negro, casi lindando con Georgia, Sochi es un conocido destino vacacional, tanto de turismo interior como exterior, y es la única ciudad rusa con clima subtropical y ya albergó unos juegos olímpicos de invierno. Restos prehistóricos y algún partido de España ¿tengo que convenceros más?
Samara
Samara es de las sedes consideradas "pequeñas". Es el principal centro de la industria aeroespacial rusa y tiene poco más de un millón de habitantes. Si el fútbol no es lo suyo pero sí la historia y la ciencia puedes bajar al búnker subterráneo de Stalin, o ver el monumento a la nave Soyuz 1, que fue la del primer vuelo espacial tripulado. Para tener contacto con la naturaleza está el impresionante parque natural de Zhigulevskie.
Kaliningrado
Antiguamente perteneciente a Prusia, se anexionó en 1945. Situada estratégicamente en la desembocadura del río Pregel, que desagua en el lago del Vístula, comunicado a su vez con el mar Báltico por el estrecho de Baltiysk. Así pues el agua marca su devenir. Kaliningrado cuenta con varias universidades y escuelas técnicas, institutos de investigación y bibliotecas y es la ciudad natal de Emmanuel Kant. España juega aquí su partido del 25 de junio.
Kazán
Ubicada en la confluencia de los ríos Volga y Kazanka. Tiene el segundo Kremlin más famoso del país, y está reconocido como patrimonio mundial de la Unesco. Desde abril de 2009 Kazán lleva legalmente el título de "Tercera Capital de Rusia" y es la ciudad que vio nacer a Leon Tolstoi. Solo por eso ya merece una visita.
Nizhni Novgorad
Nizhni Novgorad está a menos de cuatro horas en tren de Moscú, que parece mucho pero hay que recordar el tamaño del país. VAmos con la curiosidad de su nombre: de 1932 a 1990 llevó el nombre de Gorki (Горький) en honor del escritor Máximo Gorki nacido en la ciudad. ¿Qué ver? Su Kremlin, una imponente fortaleza del siglo XVI con cuatro puertas y 13 torres, y la escalinata Chkalovskaya, con forma de ocho y 560 escalones sobre el Volga.
Rostov del Don
La casta guerrera que durante años defendió las fronteras rusas tiene su en Rostov del Don: los cosacos del Don. Si quieres pasar el estadio de fútbol a visita es entonces a la fortaleza Liventsóvskaya, esparcirse por el paseo fluvial y el monumento al premio Nobel de literatura Mijaíl Shólojov.
Saransk
Es con diferencia la más pequeña de las sedes. Saransk tiene museos y varias exposiciones de tradiciones culturales locales. Además, hay numerosas casas de madera típicas rusas y un interesante museo de historia de los mordovios. Desconocida y alejada siempre puede ser una bonita visita.
Ekaterimburgo
Tristemente famosa porque Ekaterimburgo es la ciudad donde los revolucionarios bolcheviques acabaron con el zar Nicolás II y su familia. Al igual que en San Petersburgo hay una catedral de la Sangre Derramada, que marca el lugar donde fueron asesinados los Romanov. Si te gustan las "piedras" es imprescindible el museo Geominero, con una colección única de rocas y minerales. La Casa Sevastyanov es el lujoso palacete kitsch que he elegido para ilustrar esto y hay un curioso cementerio de los mafiosos.