Federico Andahazi dialogó con Mabel Sánchez sobre la vida Belgrano a quien calificó como “un  personaje vulnerable, completamente humano que tuvo que reinventarse una y otra vez”.

De acuerdo al escritor “no estaba en sus planes ser general y fue un gran estratega como tal. Hizo la patria sin saber hacia dónde se dirigía. Cercanos a la independencia no se sabía qué tipo de gobierno íbamos a tener y Belgrano junto a Rivadavia viajaron a Europa a buscar un rey para tener una monarquía institucional. En el camino conoció una mujer de la que se enamoró perdidamente y a quien, de algún modo, se le debe la construcción de la República, pues Belgrano se olvidó de su búsqueda”.

Andahazi reflexionó acerca de la importancia de este personaje histórico en la construcción como país, “en la medida que no percibamos que estamos en deuda con personajes como Belgrano difícilmente podremos construir una República con un futuro mejor”.

Respecto a la creación de la bandera, Andahazi explicó que “la mayor parte de las banderas de Latinoamérica, sobre todo Centroamérica, son inspiradas en la bandera creada por Belgrano”.

El escritor relató que la expansión de los colores de nuestra bandera se debió a un personaje como Hipólito Bouchard, que vino al Río de la Plata, con ideas libertarias de la revolución francesa, estuvo con San Martín en el ejército y en 1814 le dan la fragata “La Argentina” para que se haga conocer la República y los ideales que impulsaba y fue la primera vez que la bandera Argentina dio la vuelta al mundo.

“En el camino Bouchard liberó esclavos de barcos negreros, llegó a California y durante una semana fue de Argentina, porque plantó la bandera allí y si uno mira la mayoría de los colores de las banderas de Centroamérica están inspiradas en la Argentina”.

En cuanto a los cuestionamientos sobre su imagen, Andahazi comentó que “Belgrano tenía una voz aflautada y era muy cuidadoso en su aspecto.  Por un traje verde que utilizaba le decían “cotorrita”, además de que le gustaba mucho el mate por lo que lo llamaban “chupa verde”, sin embargo su carácter era muy fuerte y no permitía que nadie le faltara el respeto”.

Mabel Sánchez