Y la manera de experimentar con ella en el espacio va a ser enviar un robot con inteligencia artificial a la Estación Espacial Internacional (ISS), siendo un miembro más de la misma.
La compañía que se encargará de llevarlo más allá de nuestra atmósfera es SpaceX, que en que será su decimoquinto cargamento a la ISS incluirá a este pequeño y peculiar robot. Así, un cohete Falcon X será el que se use para dicha carga, llevando además víveres a los astronautas que están viviendo allí y algunos nuevos experimentos y tecnologías para probar en condiciones de microgravedad.
Inteligencia, cara, ojos, boca y oídos para un robot espacial
Se trata de un transporte para la NASA, cuyo lanzamiento está previsto para "no antes de las 5:42 a.m. EDT" para hoy viernes (las 11:42 de la mañana en España peninsular, las 10:42 en Canarias y las 4:42 a.m. en México y Colombia). Y el robot ha sido desarrollado por Airbus e IBM para la agencia espacial alemana, con la colaboración y supervisión del hospital universitario Ludwig-Maximilian (LMU) para los aspectos humanoides del sistema.
Pero mejor dejar de llamarlo robot, así tan genérico, porque tiene nombre: CIMON (siglas de Crew Interactive Mobile Companion), como explican en la web del Centro Aerospacial alemán (DLR). Tiene unas dimnsiones similares a un balón medicinal o de volleyball, como dicen en The Verge, con 32 centímetros de diámetro y un peso de 5 kilogramos, y su estructura está enteramente fabricada por impresión 3D, combinando metal y plástico para su construcción.
Dado que entre sus cometidos está el demostrar que puede existir cooperación entre seres humanos y máquinas inteligentes (es uno de los experimentos), tiene "cara" (una pantalla), "ojos" (dos cámaras, y una adicional para el reconocimiento facial), "orejas" (siete micrófonos) y "boca" (un altavoz), de modo que puede mostrar contenido a los astronautas y al mismo tiempo registrar material con las cámaras, que pueden usarse para realidad aumentada. Está dotado de sensores ultrasónicos para medir distancias y 14 ventiladores, porque se trata de un robot "flotante", al estilo de aquel Int-Ball de la JAXA (aunque quizás no tan adorable).
¿Y qué pasa con la inteligencia artificial? Esa parte la pone IBM (su sistema Watson AI, concretamente), y se trata de que CIMON vaya aprendiendo con el entrenamiento que le proporcione algún colega humano, ya que no es capaz de aprender por sí solo. El robot recurrirá a AI para el procesamiento del texto, el habla y las imágenes, así como para encontrar información específica e interpretar las reacciones de los astronautas (humor y sentimientos).
Matthias Biniok (arquitecto jefe de IBM para Watson) explica que sus habilidades pueden mejorarse con ese entrenamiento y el contexto de cada acción. Además, añade Till Eisenberg, jefe de proyecto por parte de Airbus, que CIMOS aún no incorpora todas las capacidades que se esperan de un asistente inteligente espacial en el futuro, y que se centrarán en ver qué ocurre a medio plazo en cuanto a los efectos en un pequeño grupo para poder plantear las posibilidades a largo plazo, en misiones a la Luna o Marte.
Los experimentos previstos para CIMOS cuando esté ya flotando por la ISS incluyen un cubo de Rubik, cristales y un experimento médico en el que el robot hará las veces de cámara flotante, así que prometen ser cuanto menos curiosos. Y en cuanto al manejo de CIMOS, está pensado para que no requiera las manos de los astronautas, con control por voz, y se dirigirá al astronauta que le hable, pudiendo ejecutar expresiones faciales, moviéndose de manera autónoma.
Más eficiencia con inteligencia (artificial)
CIMON fue puesto a prueba en Burdeos el pasado 9 de marzo, concretamente los sistema de orientación, navegación y conducción. Tras superarlos se ha cumplido el calendario y en unas horas volará hacia el que será su nuevo lugar de trabajo, el módulo europeo Columbus de la ISS, con el fin de comprobar el alcance de las posibilidades de la AI en un ambiente tan complejo como ése, según las palabras de Biniok.
Christian Karrasch, el jefe del proyecto CIMON, explica que la intención es que acabe ayudando a los astronautas en el módulo Columbus de la ISS, de modo que puedan trabajar y usar su tiempo de una manera más eficiente. Su entrenador será el astronauta alemán Alexander Gerst, con quien ya ha entrenado y a quien ya "reconoce".
Así pues, esperamos ir viendo cómo le va al robot en el espacio y si la AI tiene una aplicación útil en este peculiar ambiente. El propósito se asemeja al que veíamos con el dron japonés que hemos citado antes, aunque en este caso es algo que ya está en marcha y que incorpora AI como eje principal del proyecto.