River Plate, que ganó en la ida por 1-0 y que tuvo como figura al arquero Marcelo Barovero, se clasificó a los octavos de final de la Copa Sudamericana tras igualar como local ante San Lorenzo sin goles, en el partido revancha de la segunda ronda.

En la próxima instancia, River se medirá ante Liga de Loja de Ecuador, con la posibilidad de definir el partido de vuelta nuevamente como local.

En el visitante se fue expulsado el defensor Pablo Alvarado, a los 44 minutos de la parte final, tras una agresión al colombiano Carlos Carbonero.

Sin los convocados para sus seleccionados nacionales Teófilo Gutiérrez (Colombia) y Jonathan Fabbro (Paraguay), el entrenador Ramón Díaz dispuso un esquema de 4-4-1-1 para defender la ventaja obtenida en la ida, como visitante.

No la pasó mal River en los primeros veinte minutos, peleando la tenencia de pelota en campo rival y con buena presión de sus mediocampistas, aunque de a poco San Lorenzo reaccionó y creó varias situaciones para abrir el marcador.

La gran figura del arquero Marcelo Barovero, una de las mejores individualidades que presenta en el semestre el equipo de Núñez, le impidió a la visita irse al descanso con algún gol de ventaja, con cuatro participaciones clave para desbaratar el peligro.

River hizo poco en el ataque, dentro de un contexto ordinario, y con el agregado de un campo regado pocos minutos antes del comienzo, con varios jugadores con caídas frecuentes.

Después del descanso, San Lorenzo siguió con las mejores ocasiones y volvió a toparse con una noche brillante de Barovero, con un River totalmente resignado en el ataque, a la espera de sostener el cero en su arco para pasar de ronda.

Incluso hasta los palos jugaron a favor del `millonario` ya que el travesaño le dijo `no` a un tiro libre exquisito de Leandro Navarro.

Mientras San Lorenzo entraba en el nerviosismo por merecer y no concretar, a los 25` el árbitro Néstor Pittana cometió un grosero error al sólo amonestar al defensor de River Plate Jonatan Maidana, por una violenta infracción sobre Ignacio Piatti.

Sobre el final del partido Barovero, por enésima vez, y también la buena fortuna (dio en el palo un cabezazo de Walter Kannemann), volvieron a salvar a River, que solamente puede festejar el pasaje de ronda, con un juego cauteloso ante la desesperación de sus hinchas pidiendo el pitazo final.

Lo tuvo para River sobre la hora el ingresado Osmar Ferreyra y salvó Sebastián Torrico, con San Lorenzo ya con un hombre menos por una infantil expulsión de Pablo Alvarado y se definió el ajustado pasaje a los octavos de final del dueño de casa.