Pues eso es precisamente en lo que está trabajando Rolls-Royce, la firma británica especialista en motores aeronáuticos. Tal y como le han contado a CNBC, se trata de robots en miniatura con los que aspiran a mejorar y acelerar las inspecciones de sus ingenieros.
Tal y como han explicado, actualmente hay que quitarle los motores a los aviones y abrirlos para proceder a inspeccionarlos y repararlos, lo cual lleva su tiempo. Pero con estos robots, la empresa quiere ser capaz de realizar las revisiones sin tener que desmontar nada a no ser que sea estrictamente necesario, algo que podría ahorrarles mucho tiempo en las reparaciones.
"Podrían recorrer y alcanzar las diferentes partes de la cámara de combustión", explica James Kell, especialista tecnológico de Rolls-Royce. "Si lo hiciéramos de forma convencional, nos llevaría cinco horas; con estos diminutos robots, quién sabe, podría tomarnos cinco minutos".
No se trata de robots autónomos, sino de unos que estarían controlados directamente por los propios ingenieros. Para ello, se les equiparía unas cámaras con ópticas que permitan el escaneado en 3D, y todo ello en unas máquinas de un tamaño de apenas 15 milímetros con sólo algunas decenas de gramos (onzas) de peso.
Los robots también podrían ser rediseñados sobre la marcha para realizar diferentes tareas, lo que permitiría trabajar en equipo con varios de ellos. Por ejemplo, un primer ingeniero sin demasiados conocimientos podría adentrarse en la cámara de combustión de uno de los motores para hacer un primer diagnóstico y reparar algunos pequeños problemas con una herramienta integrada. Mientras, otro más experimentado podría preparar otro de los robots para solucionar problemas más complejos.
El diseño ha sido desarrollado junto a las universidades de Harvard y Nottingham, en Estados Unidos y Reino Unido, y se inspiraron en los robots con forma de insectos que llevan desarrollándose desde hace unos años. Con esta unión no sólo esperan poder sacar adelante sus robots-cucaracha, sino que también planean diseñar otros con forma de serpiente que puedan reptar y adentrarse a través del motor como si fueran un endoscopio.
De momento no hay fechas para su puesta en marcha
La empresa británica de momento no ha hablado sobre una posible fecha en la que pudieran tener listos estos robots con forma de insecto. Sin embargo, actualmente ya están preparando un concepto parecido con un robot capaz de reparar el daño de las palas del compresor de un motor, y este sí que quieren poder empezar a utilizarlo en dos años.
Se trataría de un robot de un tamaño menor que se podría atornillar al motor, de manera que el ingeniero pudiera revisarlo a distancia también con un sistema de escaneo en 3D. De esta manera se podría diagnosticar un problema primero, y luego equipar el robot para poder realizar las reparaciones necesarias.
Además, estos tampoco son los únicos proyectos en los que está embarcada Rolls-Royce. Sin ir más lejos, hace dos días también anunció hace dos días su proyecto para crear un "coche volador" en 2020, el cual tendría volar a velocidades de 400 km/h con una autonomía de 800 kilómetros.