El Xeneize intentó jugar de igual a igual en el arranque del partido y durante los 15 minutos iniciales presionó al conjunto catalán.
Sin embargo, el correr del reloj fue despertando el potencial natural del Barsa e inmediatamente llegó la apertura del marcador a través del brasileño Malcom.
Ya con el marcador abierto, Barcelona pisó el acelerador y estiró la diferencia a través de Lionel Messi, que la picó en un mano a mano, y Rafinha en el complemento sentenció la historia.