"Disfruta de un consumo responsable". El consejo suele aparecer en la publicidad de las bebidas alcohólicas como advertencia frente a los abusos. Este 'yo te digo lo que puede pasar, tú verás lo que haces', les sirve para eximirse de culpas admitiendo a la vez que existen riesgos para la salud.

Facebook e Instagram (junto a WhatsApp, los tres pilares del imperio de Mark Zuckerberg) han decidido adoptar la misma bienintencionada política de marketing,mostrando una preocupación por sus usuarios con la que de hecho se reconoce el muy serio peligro adictivo de sus servicios.

Para ello han habilitado un panel de control que muestra el tiempo diario que pasamos en esas redes sociales. Además, es posible fijar un tiempo máximo de uso: cuando se sobrepasa, la aplicación envía un aviso al usuario, que también puede limitar el número de notificaciones que recibe.

La compañía explica en una nota que asume como propia la "responsabilidad de hablar abiertamente sobre cómo el tiempo en internet afecta a las personas y nos tomamos esa responsabilidad muy en serio. Estas nuevas herramientas son un primer paso importante y nos comprometemos a seguir trabajando para fomentar comunidades seguras, amables y solidarias para todos".
Cinco por ciento de adictos, y aumentando

Sin embargo, la medida parece más efectista que útil ante una tendencia desbocada. La consultora de análisis Zenith Media estima que para el año que viene el tiempo medio diario que pasaremos en internet será de 170,6 minutos (en 2011 era menos de la mitad), superando en unos minutos a la televisión. Será el definitivo punto de inflexión para los medios clásicos, engullidos poco a poco por la voracidad de la red.

La oferta digital aumenta y se diversifica, abarcando cada vez más espacio del trabajo y el ocio, por lo que es previsible que también se incremente la dependencia. Los especialistas de la Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria y Atención Primaria alertan de que el 1,5% de los adolescentes presenta ya conductas adictivas a internet y hasta un 23% está en riesgo de padecerlo. La cifra puede elevarse hasta un 5% en los adultos. Y creciendo.

Los síntomas están bien definidos: intentar limitar el tiempo de conexión sin lograrlo; reducir las horas de sueño para seguir pegado a la pantalla; tener casi siempre la mente puesta en las redes, y descuidar las obligaciones cotidianas y la relación con la familia y los amigos. Además, la prevención resulta menos efectiva porque es la única adicción que no recibe el rechazo social.

Tal vez la mejor terapia sea reflexionar sobre lo que el sociólogo y filósofo Zygmunt Bauman sostenía en el programa 'Salvados' cuando le preguntaban sobre la dependencia del móvil: "El regalo más importante que puedes hacer a los que quieres es darles el sacrificio de tu tiempo".

Fuente: El Mundo