Se calcula que más de dos millones de teléfonos adulterados se darán de baja gradualmente; cuando se pretenda cambiar la tarjeta SIM de uno de estos dispositivos de la "lista negra", el sistema se bloqueará y no se podrá conectar más a una red móvil.
Según los expertos, se darán de baja a un promedio de 4000 celulares por día.
En la Argentina son 23,34 millones de personas las que usan celulares, más de la mitad de la población. Con tantos dispositivos que valen cientos de dólares, el robo de teléfonos que alimenta el mercado negro ha crecido considerablemente en los últimos años.
Para abordar este problema -económico, pero, especialmente, de seguridad pública- se darán de baja todos los celulares con un IMEI (el número de serie único de cada aparato) que sea "inválido".
Se trata de una iniciativa en conjunto con el Ente Nacional de Comunicaciones (Enacom), la Agencia Gubernamental de Control (AGC) y la Administración Gubernamental de Ingresos Públicos (AGIP) y la Dirección Nacional de Migraciones.
"A partir de un decreto del Enacom, tras gestiones con las prestadoras, si un smartphone es robado y su IMEI fue adulterado se lo dará de baja y no se podrá usar ni vender. Es una medida importante porque, para nosotros, todos los teléfonos robados están manchados de sangre, porque las circunstancias de la sustracción son, en general, violentas", contó el jefe de la División de Cibercrimen, Carlos Gabriel Rojas.