En Brasil se registraron 26.126 asesinatos entre enero y junio pasados, con una tasa promedio de 12,5 crímenes por cada 100 mil habitantes, siendo que el índicador más alto corresponde a Roraima, el estado fronterizo con Venezuela.
El Monitor de la Violencia reportó que hubo en promedio de 4.300 asesinatos por mes pero ese número no refleja el total real, dado que los estados de Paraná, Tocantis y Maranhao se negaron a suministrar informaciones.
El informe fue realizado por el sitio G1, del Grupo Globo, junto al Núcleo de Estudios de la Violencia de la Universidad de San Pablo y el Forum Brasileño de la Seguridad Pública. El presidente brasileño, Michel Temer, anunció hoy en el Palacio del Planalto, en Brasilia, la intervención militar de Roraima, el estado con 27,7 asesinatos por cada 100 mil habitantes.
La situación en Roraima y otros estados de la región amazónica y el nordeste es preocupante dado que se ha fortalecido la presencia de los cárteles surgidos en el sudeste, como el Primer Comando de la Capital (PCC). La Orden de Abogados de Brasil realizó la semana pasada una visita a Roraima donde registró un clima de "tensión" y alertó sobre motines carcelarios, en presidios con fuerte presencia del PCC, que pueden derivar en una "tragedia nacional".
Después de Roraima se ubicaron Río Grande do Norte con 27,1 crímenes por cada 100 mil habitantes, Acre y Ceará, ambos con 26 cada cien mil. "Este es un tema grave y urgente, los datos de este monitor muestran que la violencia es uno de los principales obstáculos para la mejora de la calidad de vida de los brasileños", afirmó Samira Bueno, directora del Forum Brasileño de Seguridad Pública.
El decreto firmado este martes por Temer para restablecer "la ley y el orden" en Roraima es similar al emitido en febrero de este año cuando determinó la intervención militar de los organismos de seguridad en Río de Janeiro. En 2017 ese estado, cuya capital es el principal destino turístico nacional, tuvo 6.731 personas fallecidas de forma violenta, según el Instituto de Seguridad Pública.
Luego del desembarco de las tropas militares, en los meses de marzo y abril de 2018 los índices de asesinatos y tiroteos se incrementaron en Río de Janeiro. En general la espiral de violencia se explica por la actitud "omisa" del gobierno federal, señaló la especialista Samira Bueno al intentar una reflexión sobre un problema "complejo".
Bueno también mencionó que la elaboración de políticas públicas de seguridad sólo será posible con diagnósticos bien documentados para los cuales se necesita que las policías estaduales dejen de ser "reticentes" a la hora de aportar informaciones.