Todos conocemos la obra La isla del tesoro, del escocés Robert Louis Stevenson, una adictiva novela de aventuras publicada por primera vez por entregas en la revista infantil Young Folks, entre 1881 y 1882. Y quien no haya leído la novela, habrá visto alguna de sus adaptaciones cinematográficas.
Para quien no tenga la menor idea de lo que estoy hablando, sin embargo, ahí va un resumen del argumento: un mapa cuya X marca el tesoro y un grupo de piratas que parten en su busca. Ahora bien, ¿te imaginas que la X existe y puedes encontrarla?
La única X de la historia
¿Quién no ha soñado alguna vez con buscar un tesoro? Partir en busca de un tesoro es partir hacia la esencia de la aventura. Sin embargo, tengo malas noticias para vosotros. No existen los mapas del tesoro.
En realidad jamás se ha documentado que un pirata haya dibujado un mapa del tesoro, y mucho menos marcándolo con una X. Fue precisamente Stevenson quien inventó lo de la X en La isla del tesoro, así como otras expresiones que caracterizan a los piratas o a la atracción Piratas del Caribe de DisneyWorld (así como su versión cinematográfica), como "Yo-ho-ho", "Marinero de agua dulce" o "¡Preparados para el abordaje!". Tampoco se sabe de ningún pirata que tuviera un loro como mascota o usara una pierna de madera, salvo dos corsarios, el francés del siglo XV François Le Clerc y Cornelis Corneliszoon Jol.)
Con todo... hay cierta esperaza, porque solo se sabe de un pirata, William Kidd, que enterrara un tesoro alguna vez, alrededor de 1645-1701. Vale, ya tenemos un tesoro. Ahora nos falta saber a qué isla ir.
El siguiente problema es que no queda clara su ubicación. Solo disponemos de algunas conjeturas, por si queréis probar. Allá van:
La isla de Gardiners, frente a la costa de Long Island. Kidd atracó en la isla en junio de 1699, mientras se dirigía a Boston para defenderse de las acusaciones de piratería. Se supone que aquí enterraría un botín que incluía polvo de oro, lingotes de plata, monedas de oro españolas, rubíes, diamantes, candelabros y escudillas.
Isla de Yokoate. Situada al sur de Japón, esta isla volcánica es la más vinculada al tesoro del Capitán Kidd. En 1929, Hulbert Palmer, un abogado inglés, compro un escritorio que pertenecío al “Capitán William Kidd. Galera Adventure, 1699” tal y como estaba inscrito el mismo. En su interior encontró un pergamino con un mapa en el que se encontraba la isla.
Otra posibilidad son las Islas Cocos o Islas Keeling, que se encuentran situadas a mitad de camino entre Sri Lanka y Australia. De acuerdo a estimaciones de julio de 2010, las islas estaban habitadas por 596 personas. Según datos de 2001, la isla Home estaba poblada mayoritariamente por malayos y la West por australianos. Las islas además reciben turismo, pero en número reducido.
Se cree que es la ínsula que da nombre a la de la novela de Stevenson, así que tambien podéis probar. La leyenda cuenta que esconde, entre sus tesoros más preciados de William Kidd, una imagen de la Virgen María de tres metros de oro macizo y dos apóstoles de 1,2 metros cada uno, del mismo material.