El número de muertos tras los terremotos y el tsunami que sacudieron la ciudad indonesia de Palu hace una semana podría incluso duplicarse luego de que descubrieran una enorme grieta en la tierra donde se hundieron más de 1.000 casas.
Según informó este viernes el vocero del servicio nacional de rescate, Yusuf Latief, el hecho se produjo en el barrio de Balaroa.
Hasta ahora, la cifra más actual de víctimas desde el 28 de septiembre en la isla de Célebes es de al menos 1.571 muertos y 2.549 heridos y hay más de 70.000 desplazados, de acuerdo con el portavoz de la Agencia Nacional de Gestión de Desastres (BNPB) Sutopo Purwo Nugroho.
En dos partes de Palu, la capital provincial donde vivían 350.000 habitantes, la tierra se convirtió en una especie de papilla por un fenómeno conocido como licuefacción del suelo.
Además, la red eléctrica sigue dañada en un 60%, según indicó la compañía estatal de electricidad.
Los científicos estudian por qué tsunami fue tan violento, ya que el tipo de falla donde se produjo el temblor no suele generar gran movimiento de olas gigantes.
En la vecina isla de Lombok hubo 4 fenómenos entre el 29 de julio y el 19 de agosto pasados. Al menos 557 personas murieron y casi 400.000 resultaron desplazadas.
En 2004 un sismo en la isla de Sumatra generó un tsunami que causó unos 280.000 muertos en una docena de países bañados por el océano Índico, la mayoría en Indonesia.
El país se asienta sobre el llamado Anillo de Fuego del Pacífico, un área de gran actividad sísmica y volcánica sacudida por unos 7.000 temblores al año, la mayoría moderados.
Fuentes: DPA, Reuters, EFE
Fotos: EFE / AFP