En Londres por ejemplo han encontrado la forma de añadir subtítulos para sus espectadores, en algo tan puro y vivo como es una obra de teatro. Unas gafas, algo aparatosas y que recuerdan a prototipos de Google Glass, generan subtítulos en directo según van hablando los actores.
Una de las obras del Teatro Nacional de Londres junto a un musical ya permite usar este tipo de gafas. Gafas que se ofrecen de forma gratuita a los asistentes, como ocurre por ejemplo con las gafas de los cines 3D. Sólo que aquí hay mucha más tecnología que unos simples filtros de colores monocromáticos. El teatro ha anunciado que para la temporada de 2019 todas sus obras serán compatibles con las gafas.
Las gafas han sido desarrolladas durante varios años, pero finalmente han sacado un producto que funciona y es estable. ¿Qué dificultades se han encontrado? Principalmente conseguir sincronizar subtítulos con actores. Obviamente aquí no puedes adelantar o retrasar los subtítulos para ajustarlos a las voces de los protagonistas, pues nunca van a hablar en el mismo momento exacto como en una película.
Para solucionar este "pequeño" inconveniente, las gafas cuentan con un sistema que detecta las voces de los actores así como cambios en la iluminación del escenario. Con este tipo de parámetros es capaz de ajustar los subtítulos automáticamente, incluso si de repente los actores hablan más rápido de lo habitual o más despacio.
Una cuestión de accesibilidad
¿Para qué se ha gastado el Teatro Nacional de Londres 1.050 dólares por cada par de gafas para sus asistentes? La respuesta es muy simple, para poder ofrecer una buena experiencia de visionado a aquellas personas con problemas auditivos. Calculan que uno de cada seis espectadores que vienen a sus obras pueden tener problemas auditivos. Y claro, esto no es un problema sólo del Teatro Nacional de Londres, sino de todos los teatros del mundo.
En otros lugares del mundo lo que se suele utilizar son subtítulos en una pantalla que se coloca a un lateral, en la parte superior o en la parte inferior del escenario. Pero claro, al ser una "pantalla" tan grande el escenario, tienes que estar constantemente desplazando la vista de los subtítulos a los actores y viceversa. Estas gafas te permiten no tener que mover tanto los ojos y poder ver una imagen completa de la obra.
Las gafas son una solución que puede parecer perfecta para las personas con problemas auditivos. Sin embargo, cuenta con el inconveniente de romper la esencia del teatro, es un elemento que se posiciona entre el espectador y la obra, y si por algo se caracteriza el teatro es por ser directo, por no tener una cuarta pared físicamente existente.
De todos modos, se trata de una solución factible a día de hoy, y quizás en un futuro se les pueda dar más usos. Por ejemplo algo muy sencillo de implementar sería traducciones a otros idiomas para los asistentes. O quién sabe, quizás información extra sobre la obra y sus actores, a modo de realidad aumentada.