Se produjo un derrame de 700 mil litros de petróleo crudo en una planta operadora de YPF, ubicada en Chile. Las consecuencias llegaron hasta Magallanes, Tierra del Fuego. Si bien todavía no se vieron alteraciones en la fauna o flora, los efectos podrían comenzar a aparecer en las próximas semanas.

En un principio, la empresa informó que se había producido un derrame que afectaba 6 mil metros cuadrados, abarcando terrenos privados dedicados a la ganadería. Sin embargo, cuando el intendente subrogante, Nicolás Cogler, junto con diferentes autoridades chilenas visitaron la zona, se encontraron con área afectada de 20 mil metros cuadrados, más del doble de lo reportado por YPF.

Hasta el momento, no se establecieron las causas del accidente, pero se sospecha que podría haber sido una falla en una de las válvulas. “El estanque se encuentra en buen estado. No hay un problema estructural, está sano. Es un problema más bien de válvula. Ese estanque está dentro de la zona, pero YPF no tiene turno de noche. No podemos decir que es una falencia, pero fue en la mañana que el operador se encontró con la situación”, señaló Carlos Quezada, seremi de minería.

Como consecuencia, se augura que, de comprobarse la culpabilidad de YPF, el estado chileno cancelaría el contrato con la empresa, que opera desde el año 2011 en la zona, período en el cual se han producido tres emergencias de similares características.

En el lugar se hizo presente las Ministra de Medio Ambiente chilena, Carolina Schmidt, quien aseguró que se tomaran “todas las medidas para que se entienda bien por qué suceden estas situaciones, y lo que es más importante, qué medidas se van a tomar en las empresas para que no sucedan, porque generan un daño ambiental gigantesco que no podemos aceptar que suceda en nuestro país”.

También visitó la zona la seremi de Salud, Mariela Rojas, quien prometió llevar adelante estudios del agua, para garantizar que lo que ingieren los habitantes de la zona no está contaminado. De todas formas, esta es una hipótesis poco probable, ya que el río que se encarga de abastecer de agua la región, no fue afectado por el derrame.

Tras visitar la zona, el alcalde Blagomir Brztilo aseguró que se exigirán que “se haga un análisis y se pedirán los responsables que tengan que asumir todo lo que esto involucra en costos y daños generados al medio ambiente”.

Este derrame se trata de uno de los accidentes más grandes que vivió la zona.