Sarita, el gran amor de Rodrigo, reapareció en TV y contó las maldades que le hizo Betty Olave
- 25/10/2018 06:57 hs
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La mujer que el Potro tenía tatuada en su pecho rompió el silencio y no se guardó nada sobre el romance más importante de su vida
Mucho se habló sobre Sarita Carrera, la mujer que Rodrigo Bueno llevaba tatuada en su pecho. Después de muchos años alejada de los medios, Moria Casán logró que se sentara en el living de Intrusos para hablar de la historia de amor que vivió con el ídolo cuartetero.
La rubia, que en los 90 se lucía como secretaria en un programa de TV, reveló que con el Potro fue amor a primera vista. Aunque reconoció que tal vez la vio parecida a Marixa Balli, no dudó jamás de sus sentimientos.
Sarita contó que él le pidió casamiento pero que se arrepintió dos días después, seguramente después de una charla que tuvo con Beatriz Olave, su mamá. "Ella no me quería como novia de su hijo; un día hasta me agarró de los pelos. Cuando estábamos solas no me daba ni cinco de pelota, solo me hablaba cuando venía él. Me hacía a un lado", disparó.
La foto de Sarita con el Potro Rodrigo.
Luego se metió en un terreno un poco más difícil. Dijo que una vez, cuando viajó a Córdoba con su pareja, vio a Olave prender muchas velas "negras". Esto no le cayó nada bien a la madre del artista tropical, que se comunicó inmediatamente con Adrián Pallares para acusarla de mentirosa. "Mis velas son las de los siete días y de las vírgenes. El padre de ella era pastor y curraba con la gente", se defendió.
Carrera también desmintió el mito de que Rodrigo tuviera tres testículos: "Me sacaron de contexto. Un día le pregunté por qué se tocaba tanto mientras cantaba. Me dijo que le dolía, que tenía un problema y que prefería dejarlo así. Lo de que era estéril era mentira, en la intimidad nos cuidábamos siempre".
Sarita, como secretaria de TV.
Sobre el famoso tatuaje, reveló que una tarde lo esperó cinco horas en un hotel hasta que llegó muerto de dolor. "Se doblaba y estaba todo vendado. Se sacó la remera y poco a poco me fue mostrando que se había tatuado mi nombre", concluyó.
El romance entre Sarita y el Potro comenzó en 1997, cuando él la vio en un programa de televisión de Canal 26