Como sucedió en las masivas movilizaciones del pasado 8 de noviembre, la protesta de ayer convocada por el proyecto del Gobierno de reforma judicial fue seguida en ciudades de por lo menos 15 países.
 
Por la diferencia horaria, las primeras imágenes difundidas de la protesta llegaron desde Sydney y Tokio, donde grupos de argentinos, sentados y con carteles, se manifestaron contra las políticas del Gobierno.
 
A través de las redes sociales, desde comienzos de la semana se difundieron las convocatorias en las distintas ciudades del mundo. La mayoría de las protestas se efectuaron frente a los consulados o embajadas de la Argentina.
 
En Washington se reunieron unas 50 personas frente a la embajada argentina. Los manifestantes, en su mayoría jóvenes, cantaron el Himno y gritaron consignas antigubernamentales. "¡Basta de corrupción!", rezaba uno de los carteles. Como la protesta no estaba autorizada, los jóvenes tuvieron que lidiar con la policía para que los dejara manifestarse pacíficamente. Así lo hicieron, con mucho fervor, pero en perfecto orden.
 
"¡Fuera ladrones!" "¡Queremos Justicia independiente!" "¡Basta de estafar al pueblo!" Los carteles, hechos a mano, se reproducían al atardecer sobre la calle Serrano, en el exclusivo barrio de Salamanca, rodeado de las principales tiendas de lujo de Madrid. Unas 150 personas cantaban y golpeaban cacerolas allí, frente al edificio donde tiene la sede la embajada argentina en España.
 
Sin saber qué pasaba, la policía municipal llegó con dos móviles a rodear a los manifestantes. Pronto los agentes comprobaron, aliviados, que el foco de las quejas era el lejano gobierno de Cristina Kirchner. "Esta vez fue más fuerte que el 8-N", se vanagloriaba Alicia Ramírez, vestida con una camiseta celeste y blanca con el nombre "Messi" en la espalda. A su alrededor, otros argentinos residentes en España saltaban, cantaban rimas con insultos a la Presidenta y agitaban banderas. Todo duró 35 minutos, hasta que los siete policías enviados a ver de qué se trataba la protesta pidieron que despejaran la vereda. Los manifestantes amagaron resistirse y al final negociaron un permiso para cantar el Himno.
 
La protesta en Roma fue menos numerosa que la del 8-N en la Via Veneto, ante el consulado argentino: no más de 30 personas. Quizá porque del 18-A estaban más informados los que viven en la Argentina, la mayoría eran turistas de paso por la capital italiana. En un momento, todos se pusieron a cantar el himno nacional. Y se lo pasaron hablando entre ellos de las dificultades que habían tenido para poder sacar euros y sobre el escándalo alrededor del caso Lázaro Báez.
 
Ante el consulado de Milán, también se juntaron unas 30 personas, con banderas argentinas y carteles que decían "Cristina miente y roba" y "En democracia nadie va por todo, no + K".
 
En tanto, en Santiago de Chile unos 200 argentinos se juntaron en la embajada para sumarse a las protestas. "Basta de dividir a la sociedad", "Una reina intocable es una presidenta irresponsable", "No al pacto con Irán", "Basta de manosear a la Justicia" y "Juicio político a CFK", rezaban algunos de los carteles.
 
En Sydney, las primeras manifestaciones.
 
Por su parte, varias decenas de argentinos residentes en Punta del Este adhirieron a la protesta. Como ocurrió en ocasiones anteriores, el punto de encuentro fue Playa Mansa. "Juicio político a CFK", decía la pancarta que llevaba una comerciante argentina.
 
En Río de Janeiro también apoyaron la protesta unas 25 personas, la mitad que en la del 8-N. Como en otras ciudades, los argentinos eligieron el consulado para canalizar sus críticas al Gobierno.
 
Fuente: La Nación