Este 30 de octubre del 2018, la democracia cumple 35 años de vigencia, desde que el radical Raúl Alfonsín ganara las elecciones de 1983, terminando con siete años de dictaduras militares.
Tras una herencia de miles de desaparecidos, la derrota de la guerra en las Islas Malvinas y una economía con elevada inflación y deuda externa se llegó a las elecciones de 1983. Tales comicios fueron significativos por diversos motivos, además de por la restauración de la democracia. Por un lado, le valió al peronismo la primera derrota justa a nivel nacional, sin la imposición de ninguna prescripción ni la persecución de sus candidatos.
Por otro lado, el 85,61% del padrón electoral se presentó a ejercer su derecho de elegir representantes, el mayor porcentaje alcanzado en una elección presidencial en el país.
"Con la democracia se come, con la democracia se educa, con la democracia se cura", decía Alfonsín durante sus campañas. El candidato de la Unión Cívica Radical, llegó a las elecciones tras imponerse en las internas a Fernando De la Rúa, por entonces identificado con el liderazgo de Ricardo Balbín.
Por su lado, el Partido Justicialista (PJ) presentó como candidatos al binomio formado por Ítalo Argentino Lúder y Deolindo Felipe Bittel, que pasarían a la historia en ser los primeros peronistas en perder.
Como resultado de los comicios, la UCR obtuvo más de 7,7 millones de votos (51,75%) contra los poco menos de 6 millones (40%) de la fórmula del PJ y, además, había ganado en la Capital Federal y las provincias de Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe y Mendoza, las más pobladas del país.
Según muchos analistas, esta fue la primera campaña que combinó los tradicionales actos multitudinarios con el nuevo marketing político (encuestas, medios de comunicación, imagen de los candidatos).