Tim Berners-Lee, el padre de la World Wide Web, lleva varios años tratando de cambiar su creación al considerar que ha llegado a un punto de inflexión. Y por ello, además de presentar su evolución de la web, Solid, acaba de iniciar una campaña para que internet sea considerado un derecho básico.
La iniciativa 'Contrato para la web', 'Contract for the Web' en inglés, busca que tanto las autoridades como las empresas y la ciudadanía se impliquen en aumentar el acceso justo y asequible a internet. De momento, Google y Facebook han respondido al llamamiento para la recuperación de la confianza en la web.
Y solamente ha pasado un día desde la presentación de la campaña de Berners-Lee en Lisboa, durante la celebración de la conferencia internacional tecnológica Web Summit que se inició este lunes y terminará el próximo viernes.
Una confianza perdida por el abuso de datos
La necesidad de este contrato, cuyo contenido completo todavía se desconoce y no verá la luz hasta mayo del año que viene, surge de la necesidad de recuperar la confianza en la web. El abuso que se ha hecho de los datos personales de los usuarios, considera Berners-Lee, ha hecho que se pierda este valor.
"La web se encuentra en un punto crucial. Más de la mitad de la población mundial permanece desconectada y la tasa de nuevas personas que se conectan está disminuyendo. Aquellos de nosotros que estamos en línea estamos viendo nuestros derechos y libertades amenazados. Necesitamos un nuevo contrato para la web, con responsabilidades claras y fuertes para aquellos que tienen el poder de hacerlo mejor", asegura el creador de la World Wide Web.
"La web se encuentra en un punto crucial. Más de la mitad de la población mundial permanece desconectada y la tasa de nuevas personas que se conectan está disminuyendo"
Y a esta inquietud se han unido dos importantísimas compañías tecnológicas con enorme peso en la red, como son Facebook y Google. Cada una en diferentes ámbitos, con numerosas ramificaciones en forma de servicios y aplicaciones usados por millones de personas, tienen intereses depositados en la web y, ciertamente, están interesadas tanto en la recuperación de la confianza de los usuarios como en el aumento de conexiones a internet. De ello viven. Además, ambas tienen mucho que decir sobre el uso de datos personales.
"Trabajaremos con la World Wide Web Foundation y muchos otros socios gubernamentales y empresariales, así como con usuarios de la red en todo el mundo, para elaborar principios que protejan la web abierta como un bien público y un derecho básico para todo el mundo", dicen desde Google.
Además de Google y Facebook, al contrato para la web de Tim Berners-Lee también se ha unido el Gobierno de la República Francesa, personas a título individual como Richard Branson y decenas de organizaciones de distintas partes del mundo.
Todos suscriben el manifiesto inicial y la finalidad del contrato. Tendremos que permanecer atentos al desarrollo de esta iniciativa y las posibles materializaciones de este compromiso.