El perito naval, Fernando Morales, indicó que el submarino ARA San Juan “está partido en varios pedazos, no destruido del todo pero está desmembrado producto de la implosión, que rompe las soldaduras del casco y demás".

De esta forma, Morales, en diálogo con C5N, descartó la hipótesis de un supuesto ataque extranjero, que ya se venía barajando desde el inicio de la búsqueda. Según informó, “ahora empieza una tarea de filmaciones y demás” recolección de datos.

El submarino, desaparecido el 15 de noviembre del 2017, fue encontrado en el punto "donde se detectó aquella disrupción acústica de la que tanto se habló". Además, advirtió que “la posibilidad de subir un submarino externo es materialmente imposible”.

Al ser interrogado por el largo período de búsqueda de la nave, el perito aclaró que “esa tecnología de búsqueda rápida” que se usó al principio no lo pudo hallar pero con esta “búsqueda científica” sí, porque “es más precisa pero más lenta, no podés usar esta tecnología para buscar vida porque cuando terminas no la encontrás”.

Por su parte, Minuto Uno indica que el jefe de la Base Naval de Mar del Plata, capitán Gabriel Attis, informó a los familiares de los tripulantes que el casco está "totalmente deformado, colapsado e implosionado" y sin "aberturas de consideración", partes de la hélice enterradas y restos desperdigados en un radio de 70 metros.

Recordemos que los primeros 90 días de desaparición y antes de que Estados Unidos informara sobre el ruido hidroacústico compatible con una explosión, los 44 tripulantes del submarino eran buscados con vida.

El hallazgo se produjo a comienzos del sábado, a un año y 2 días del último contacto de la nave con la base naval. El pasado viernes, la empresa estadounidense Ocean infinity, contratada por el Gobierno para encontrar el submarino, informó sobre el hallazgo de un nuevo objeto, que horas después fue identificado por la Armada Argentina.

Según había informado la empresa, los operativos del viernes serían los últimos, después la búsqueda sería suspendida tras una seguidilla de errores. Sin embargo, finalmente la búsqueda finalizó y el Gobierno ahora deberá pagar la recompensa prometida.