Por lo general, cuando los usuarios buscan en internet sobre determinado tema o quieren averiguar información sobre posibles destinos de vacaciones, después les empiezan a aparecer publicaciones en otras plataformas sobre esas palabras que buscaron. Esto tiene que ver con los algoritmos, un pseudocódigo para describir la secuencia de los pasos.
En el caso de las redes sociales, como Facebook, la plataforma cada tanto les hace un recordatorio a sus usuarios sobre eventos del pasado. Por ejemplo, un hombre se indignó cuando la compañía de Mark Zuckerberg le mostró en el resumen de "Lo mejor del año" la foto de su hija que había muerto.
Hace unas semanas, Gillian Brockell, editora de vídeo del diario Washington Post perdió un embarazo, por lo que fueron días de mucha tristeza. Pero además del dolor, la mujer tuvo que padecer que las redes sociales le siguieran mostrando contenidos relacionados al embarazo y productos para bebés.
En consecuencia, escribió una carta abierta a Facebook y Google, entre otras empresas tecnológicas, para pedirles que frenen con este tipo de publicidades a las mujeres embarazadas. La publicación se viralizó y generó más de 27 mil retuits y más de 66 mil "Me Gusta" en Twitter.
"Sé que sabían que estaba embazarada. Es mi culpa", comenzó escribiendo Brockell, dado que a través de las fotos en Instagram usaba el hashtag "Baby bump", buscaba ropa para futuras madres, la etiquetaron en las fotos del baby shower y hacía otras búsquedas en Google. Todo esto alertó a los algoritmos.
"¿Acaso no viste cómo buscaba en Google '¿Esto son (contracciones de) Braxton Hicks?' o 'El bebé no se mueve'?. ¿Acaso no detectaste mis tres días en silencio, poco común para una usuaria como yo que tuitea frecuentemente?", cuestionó la periodista.
Y siguió: "¿O el post con el comunicado, que incluía palabras clave como 'con el corazón roto', 'problema' y 'nacido muerto', y 200 emoticones con lágrimas de mis amigos? ¿Acaso no es eso algo que puedas rastrear?".
Cuando Facebook le siguió mostrando contenidos relacionados con el embarazo, la mujer intentó que la red social frene con ese tipo de contenidos, pero la situación empeoró: "¿Sabés lo que decide tu algoritmo? Decide que ya di a luz, asume un resultado feliz y te ahoga con anuncios de corpiños para amamantar y consejos para que tu bebé se duerma".
"Por favor, empresas de tecnología, les imploro, si son lo suficientemente inteligentes como para darse cuenta de que estoy embarazada o de que di a luz, entonces seguramente son también lo bastante inteligentes como para darse cuenta de que mi bebé murió".
El Washington Post publicó la carta, ampliada y actualizada con la respuesta de las compañías. Rob Goldman, vicepresidente de publicidad en Facebook, respondió a su tuit: "Lamento mucho su pérdida y su dolorosa experiencia con nuestros productos. Tenemos una configuración que permite bloquear anuncios. Todavía necesita mejoras, pero sepa que estamos trabajando en ello y agradecemos sus comentarios".
"Yo sabía que había una forma de cambiar los ajustes de publicidad en mi Facebook y traté de hacerlo días después, sin éxito", la responde la periodista, que añade que cualquier persona que haya pasado lo que ella ha pasado sabe por qué.
"Nunca pedimos que se activaran los anuncios de embarazo o paternidad. Estas compañías de tecnología lo hicieron basándose en la información que compartimos. Lo que estoy pidiendo es que, del mismo modo, las desactiven", concluye su escrito, que reabrió el debate sobre la ingente cantidad de datos personales que las tecnológicas manejan y el uso que hacen de ellos.