La catástrofe por la ruptura de una represa de la minera Vale en la ciudad de Brumadinho, también arroja un número de entre 250 y 300 desaparecidos.
La catástrofe causada por la ruptura de una represa de la minera Vale en la ciudad de Brumadinho, en el sureste de Brasil, dejó hasta el momento un balance de al menos 34 muertos y entre 250 y 300 desaparecidos.
Por fuertes lluvias, en la noche de este sábado, las autoridades suspendieron las búsquedas y esperaban reanudarlas en la madrugada de este domingo.
Otro de los diques de la minera se encuentra en observación debido a las lluvias y ante el riesgo de un nuevo colapso que podría genera más daños en la zona.
Un total de 366 personas fueron rescatadas hasta el momento, de los cuales 211 funcionarios de Vale y 145 empleados tercerizados, de acuerdo con el último boletín de los bomberos.
El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, sobrevoló el sábado la zona afectada en helicóptero y dijo que su Gobierno “hará todo lo que esté a su alcance” para “pedir justicia” y “prevenir nuevas tragedias” como esta o la ocurrida hace tres años en Mariana, de características similares y en la que murieron 19 personas.
“Es difícil estar delante de todo ese escenario y no emocionarse”, subrayó Bolsonaro, quien aceptó la ayuda ofrecida por Israel en las labores de rescate.
Por otra parte, los bomberos mantienen la esperanza de hallar a más personas con vida, a pesar de que el número de víctimas mortales pasó de 11 a 40 en cuestión de horas.