Desfile. El flamante jefe del Estado venezolano participó de una ceremonia militar en la que fue reconocido comandante en jefe (AP).
 
Caracas. Con un llamado al diálogo a todos los sectores del país, Nicolás Maduro asumió ayer la presidencia de una Venezuela en la que la tensión de los últimos días cedió notoriamente, luego de que anteanoche el poder electoral autorizara el recuento manual de todos los votos de la elección del domingo pasado, tal como pidió la oposición, y la Unasur diera un sólido respaldo al mandatario.

Maduro, de 50 años, prestó el juramento de práctica ante el presidente de la Asamblea Nacional (AN, parlamento), Diosdado Cabello, en una ceremonia en la que la banda y el collar, atributos del mando, le fueron impuestos por María Gabriela, la segunda hija del fallecido líder Hugo Chávez.

El acto, al que asistieron 17 jefes de Estado –entre ellos, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner– y representantes de otros 44 países, comenzó con bastante demora a raíz de la ajustada llegada a Caracas de varios mandatarios sudamericanos que, anteanoche y junto con Maduro, participaron en Lima de una cumbre extraordinaria de la Unasur.

En un discurso carente de anuncios concretos sobre cómo resolverá los problemas económicos y políticos, Maduro convocó al diálogo a la oposición.

“Yo les tiendo la mano, quiero dialogar con todos, quiero escuchar sus razones, quiero que nos agarremos las manos, nos miremos a los ojos, nos demos un abrazo; yo estoy dispuesto a conversar con el diablo, que Dios me perdone, y hasta con el nuevo Carmona, para que cese en su intolerancia”, dijo.

Desde hace algunos días, Maduro llama “el nuevo Carmona” (por Pedro, aquel empresario que asumió la presidencia durante el fugaz golpe de Estado de 2002) al líder de la oposición, Henrique Capriles Radonski.

Pese al llamado al diálogo, el mensaje de Maduro tuvo pasajes críticos hacia la oposición. “Hay un núcleo con ideología intolerante, fascista, que se disfraza pero tiene intenciones perversas con respecto a nuestros pueblos y practica la xenofobia y el racismo”, afirmó.

Asimismo, recordó a los siete simpatizantes chavistas y un policía muertos en los disturbios del lunes pasado, a quienes llamó “los héroes y las heroínas caídos en estas horas”.

En varios momentos evocó a Chávez. “Hay que ver lo que es pararse aquí, con el dolor que tengo en el alma; todos los días me despierto pensando en él y me acuesto pensando en él”, confesó.
En cuanto a su gobierno, manifestó que se propone “hacer una revolución dentro de la revolución, varias revoluciones, para que este país se dinamice hacia adelante”; y dejó entrever que producirá cambios en el gabinete.

Resaltó que el suyo será un “gobierno de calle” y advirtió: “Me voy a ir con mi autobús a cortar las cabezas que haya que cortar para que la salud, la educación y la economía funcionen de verdad”.
Auditoría, en 30 días. Capriles manifestó su satisfacción por la decisión del poder electoral de contar los comprobantes de la totalidad de los votos electrónicos de los comicios presidenciales.
“El CNE planteó auditar 12 mil cajas en un lapso de 30 días; nosotros aceptamos esas auditorías porque en esas cajas está la verdad”, dijo Capriles en una declaración a la prensa. “Nunca dejaremos de buscar la verdad, porque esta, más temprano que tarde, no sólo saldrá a flote, sino que tendrá consecuencias; estoy seguro de que tendremos suficiente tiempo para ir conociendo cada capítulo de esta historia”, sostuvo el gobernador del estado de Miranda.

Sin embargo, la titular del CNE, Tibisay Lucena, pidió ayer a los venezolanos no hacerse “falsas expectativas” con la auditoría . “Estamos aclarando al país de cualquier mala interpretación que se pueda hacer, de cualquier manipulación y, especialmente, de cualquier falsa expectativa”, dijo Lucena a 
periodistas.

Lucena señaló que la auditoría aprobada es para demostrar que “la plataforma tecnológica funciona perfectamente y que los resultados son fiel reflejo de la voluntad soberana de los 
venezolanas y las venezolanos”.

Maduro ganó en las elecciones por un ajustado margen de 1,8 punto (272.000 votos) sobre Capriles y dejó un resultado de 50,78 por ciento a 48,95 por ciento, de acuerdo con el tercer boletín del CNE.

Pedido de la SIP
La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) solicitó al gobierno de Venezuela y a la oposición respeto a la libertad de prensa y garantías para el ejercicio del periodismo, tras denuncias sobre agresiones contra periodistas y atentados contra medios de prensa, luego de las elecciones.

Fuente: LA VOZ DLE INTERIOR