Las temperaturas alcanzaron los 38.2° en Perito Moreno, en la provincia de Santa Cruz, y 30.8° en la ciudad fueguina de Río Grande, y superaron con creces los máximos históricos previos.
Desde comienzos de febrero, la Patagonia argentina se ha visto alcanzada por una inédita ola de calor. La temperatura promedio en la región trepó por encima de los 30° C y les otorgó a turistas y residentes la poco convencional oportunidad de bañarse en aguas australes.
Según un reporte del Servicio Meteorológico Nacional (SMN), estas altas temperaturas son causadas por un "intenso anticiclón que desde el sábado pasado se ubica en el centro-este del país y, por su circulación, se ha ocupado de impulsar aire muy cálido hacia el sur de país de manera persistente, afectando toda la Patagonia".
Este año, sin embargo, los vientos llevados por el anticiclón fueron cálidos al punto tal que llevó a registrar máximos históricos en algunas ciudades de la región: en Perito Moreno, provincia de Santa Cruz, los 38.2° C del lunes superaron largamente a los 35° C de enero de 2013, que marcaban el récord anterior.
Más aún, en la ciudad fueguina de Río Grande, el termómetro superó por primera vez los 30° C -al menos desde 1961, año en que comenzaron las mediciones sistemáticas-. El lunes el número llegó a 30.8° C, muy por encima de la máxima de 28.6° C registrada en febrero de 1962.
Lo inusual de estas temperaturas en la provincia más austral del país se vio reflejado en la decisión de la gobernadora, Rosana Bertone, de restringir la asistencia de empleados públicos a las distintas dependencias del Estado para la jornada laboral del martes.
"Las particulares condiciones edilicias de las dependencias públicas fueguinas (preparadas para ser calefaccionadas y no para enfriarse) no permiten templar los ambientes acorde a este inusual clima", explicaron a la hora de justificar la medida.
Como contracara de las imágenes que muestran a las orillas del Canal de Beagle convertidas en el espejo de una playa de la costa bonaerense, varios focos de incendio que afectaron miles de hectáreas en la región, principalmente en el noroeste de Chubut y el suroeste de Río Negro.
Una de las localidades más afectadas fue Epuyén, donde las llamas ya arrasaron 2.000 hectáreas. A pesar de un amplio operativo donde que participan más de 150 agentes, aviones hidratantes y helicópteros de Chubut, Río Negro y Chile, los fuegos están lejos de ser controlados.
Esta calamidad termina de confirmar un verano negro para el pueblo de 4,000 habitantes. La misma localidad alberga un brote de hantavirus, cuya particular cepa que facilita el contagio entre humanos dejó un saldo de 32 contagiados y 12 muertos.
No obstante, tras varias jornadas sofocantes la ola de calor patagónica no se prolongaría durante mucho tiempo más. "De a poco, el anticiclón va a desplazarse hacia el este y permitirá el ingreso de aire más frío a la Patagonia, por lo que se espera que en breve ya comiencen a notarse los cambios en los temperaturas en el oeste y sur de esa región", indicó el SMN.
Sin embargo, las elevadas temperaturas se mantendrán sobre la región al menos hasta este miércoles. Para el sur de la Patagonia, se esperan temperaturas máximas entre 27º C y 32º C, mientras que el resto la máxima podrá llegar a los 38º C.
El SMN adelantó que el fenómeno enfilará hacia el centro y norte del país. "Se prevé que las temperaturas estén entre 35º C y 39º C en el sur de Buenos Aires, La Pampa, este de Mendoza y sur de San Luis. Jueves y viernes también serán días de mucho calor en el noroeste argentino y se esperan temperaturas entre 40º C y 45º C", indicó el organismo.