Adrián Jr. Sasso logró el título sudamericano superwelter y a la ciudad le nació un ídolo reconocido no solo por sus atributos deportivos, sino también por su carisma y dotes de buena gente. Razones suficientes para que el mítico recinto del pugilismo riocuartense como es Central Argentino luciera colmado en su capacidad por un público desbordante de euforia.
"Quiero agradecer a la gente porque me recibieron de gran manera y yo sabia que al frente tenía un gran rival, a un invicto, era la pelea más dura de mi carrera y tuve la suerte de terminarla rápido" enfatizó Sasso.
Además, en cuanto a la preparación que tuvo previo a este combate, agregó: "Totalmente agradecido a los que formaron parte de esto, a Lichieri en especial y a todos que estuvieron ahí conmigo. Pero por supuesto a mi viejo, por todo el tiempo que me dedicó, es gracias a él esto también".
Por su parte, habló también del rival y la forma que tuvo de afrontar la pelea: "Para llevarse el titulo el tenía que venir a buscarme, nosotros fuimos muy vivos en meter la mano de arranque. Ya después cuando cayó fui por todo, no lo quería dejar escapar porque sus antecedentes muestran que va de menor a mayor".
Por último, expresó su gratitud con las casi 1000 personas que estuvieron presentes en Central Argentino: "Le prometí a Mario Arano que iba a estar lleno, que iban a venir todos a alentarme y estoy realmente agradecido. Esta plaza tiene que volver a ser la número uno en el boxeo. Quiero mucho a esta gente que me vino a apoyar".
Al “Junior” le bastaron 64 segundos para quedarse con el invicto del muy buen prospecto de Tandil Nelson Devesa, someterlo a una cuenta de protección y a la decisión (acertada) del árbitro Carlos Pedernera de detener las acciones para preservar la integridad física de un Devesa que no podía mantenerse en pie. Fue KOT1, fue una resolución brillante de un pleito que se presentaba como muy equilibrado en la previa.