La elección en Santa Fe entregó un hecho histórico: Rosario, bastión del socialismo, dejará de ser gobernada por un dirigente de ese partido después de 30 años. La tradición que inició en 1989 Héctor Cavallero, que continuaron Hermes Binner, Miguel Lifschitz y Mónica Fein, llegará a su fin en diciembre, cuando la intendenta actual entregue el mando a su sucesor.

La cerrada interna del Frente Progresista Cívico y Social favoreció a Pablo Javkin, un dirigente de origen radical que presidió la Coalición Cívica entre 2013 y 2016, pero que terminó por alejarse de Elisa Carrió para consolidar su alianza provincial con el socialismo.

El ex diputado venció en las Paso a la concejal Verónica Irizar, la candidata socialista apoyada por Lifschitz –el más votado como diputado provincial–, por Fein –ganadora como senadora departamental por Rosario– y por Antonio Bonfatti.

El escrutinio provisorio marcaba un triunfo ajustado: Javkin cosechó 90.259 votos (52,47%) contra 81.776 (47,53%) de Irizar. El Frente Progresista conseguía de esta manera ser la fuerza más votada y mejorar notablemente su perfomance electoral respecto a las legislativas de 2017.

No es la primera vez que Javkin pulsea por la intendencia.En 2015 perdió la interna con Fein. El peso de sus votos, más el desgaste que experimentaba el socialismo, lo llevaron a convertirse en una pieza clave en la campaña que terminó consagrando la reelección de Fein. Fue sumado al Gabinete municipal y luego electo como concejal, cargo que ocupa actualmente. Aunque asomaba como candidato natural del FPCyS el socialismo decidió colocarle una oponente en la interna.

“Dijimos que íbamos a tener un lunes distinto en Rosario y vamos a tener un lunes distinto en Rosario”, celebró el ganador que ubicó la campaña como una pelea entre David y Goliat por la diferencia de recursos que manejaba cada sector.

“Queríamos recuperar lo mejor del Frente, que es austeridad, humildad, cercanía, sencillez y llevamos adelante ese mensaje en todos los rincones de la ciudad”, planteó. “Claramente es nuestro candidato. Vamos a trabajar juntos con Pablo. Estoy convencida de que vamos a ganar la ciudad”, se entusiasmó esta mañana la intendenta Fein a pesar de la derrota de su candidata.

El oficialismo rozaba el 38 por ciento de los votos, sobre un total de 474.323 sufragios, y era la fuerza más votada. Sin embargo, el peronismo podía colgarse una medalla que lo convierte en un espacio competitivo para la general del 18 de junio, día en el que se disputará la intendencia.

El candidato del PJ, Roberto Sukerman, fue el más votado individualmente. Cosechó 107.860 votos. El actual edil no tuvo rival en la interna.

“Ganamos la elección por amplia mayoría y tenemos que decir que si todo sigue de esta manera vamos a gobernar la ciudad de Rosario”, se entusiasmó tras conocerse los primeros resultados. Sukerman es el candidato local de Omar Perotti y tiene buena llegada con las distintas corrientes del peronismo. Anoche mismo comenzó a seducir, buscando ensanchar su perfomance electoral, a los que en las Paso apostaron por otras propuestas.

Aunque ganó la interna con holgura, Roy López Molina, de Cambiemos, quedó lejos. Gran ganador en las legislativas de 2017, ahora obtuvo 59.766 votos. Su rival, el radical Jorge Boasso, llegó a los 37.319. El oficialismo nacional sumó en Rosario el 21,33% de los sufragios.

En Santa Fe capital, el Frente Progresista también celebró un triunfo claro. El periodista y concejal Emilio Jatón alcanzó los 83.993 votos, más del doble de los que logró Albor Cantard (38.236), el elegido por Cambiemos. Esa es otra de las derrotas que sufrió anoche José Corral, intendente local y candidato a la gobernación. Quizás de las más dolorosas por registrarse en el territorio que gobierna. Ignacio Martínez ganó la interna del peronismo –venció por estrecho margen a Alejandro Rossi, hermano del diputado y ex ministro de Defensa-- y será quien busque ganar el municipio por ese espacio.

Foto portada: Rolando Andrade Stracuzzi