Kyle Walker estaba escalando el Second Flatiron, Colorado, sin ningún tipo de arnés cuando perdió el equilibrio. Sufrió la rotura de las dos muñecas, ocho costillas, la pelvis y la perforación de un pulmón.
El alpinismo es uno de los deportes más peligrosos del mundo, sobre todo para aquellos que se animan a escalar montañas sin ningún tipo de protección, como suelen ser los arneses. Éste es el caso de Kyle Walker, quien durante su ascenso al Second Flatiron, de Colorado, Estados Unidos, tuvo un percance que casi le cuesta la vida.
El joven de 26 años perdió el equilibrio y cayó al vacío desde 20 metros. En el camino, golpeó con varias piedras y sufrió heridas que lo dejaron inmóvil en el suelo durante varios minutos.
Aquel episodio ocurrió el 16 de abril, pero recién esta semana le dieron el alta en el hospital. El saldo fue: fractura de las dos muñecas, ocho costillas, la pelvis y la perforación de un pulmón. "Estoy muy bien, a pesar del largo camino de la recuperación por delante", dijo en diálogo con el sitio estadounidense Daily Camera.
Con respecto a su caída, explicó: "En medio de mi movimiento final, me doy cuenta de que me estoy cansando rápidamente y tengo una oportunidad de posarme sobre una roca hasta un lugar de descanso. En cambio, mis pies se deslizaron sobre la sección cubierta de líquenes de la pared y caí al vacío antes de que supiera lo que había sucedido".
Luego de varios minutos tendido en el suelo, Walker fue asistido por un turista que se encontraba paseando por el lugar. Más tarde llegaron los equipos de rescate, quienes con la ayuda de una camilla y cuerdas pudieron sacar al alpinista de la zona y llevarlo a un hospital para atenderlo.
"Me considero me faltó suerte y no volvería a escalar nuevas rutas sin práctica ni cuerdas a nadie", valoró desde el hospital, el día anterior a recibir el alta médica.