La Policía Metropolitana informó que el cuerpo de un hombre encontrado en un jardín provenía de un vuelo de Kenya Airways que había partido de Nairobi. La víctima, aún no identificada, estaba escondida en el tren de aterrizaje del avión.
El descubrimiento del cuerpo de un hombre, probablemente un polizón caído de un tren de aterrizaje de un vuelo con destino al aeropuerto londinense de Heathrow, suscitó conmoción en el barrio donde fue hallado por un vecino, que estuvo a escasos metros de sufrir una tragedia.
La víctima cayó el domingo en el jardín de una casa de Clapham, en el suroeste de Londres, donde un hombre tomaba el sol, declaró un vecino, citado por la agencia británica Press Association.
"Al principio, pensé que era un vagabundo que dormía en el jardín", explicó. "Llevaba su ropa. Miré más atentamente y vi que había sangre en todos los muros del jardín", dijo. "Entendí rápidamente que había caído", añadió.
Este testigo explicó que vio a su vecino "conmocionado". "Tomaba el sol y (el hombre) cayó a un metro de él", contó, bajo anonimato.
El cuerpo cayó con tal fuerza que dejó un agujero en el césped y en una losa del jardín, según una imagen publicada por el tabloide The Sun.
Según el vecino, "una de las razones por las que el cuerpo estaba intacto es porque estaba como un bloque de hielo".
La empresa Kenya Airways dijo que la policía rastreó el cuerpo a su vuelo desde Nairobi a Londres. Una mochila con agua y comida fue descubierta en el compartimiento de aterrizaje del avión tras su aterrizaje.
La aerolínea consideró que la muerte fue "desafortunada" y dijo que estaba cooperando con las autoridades británicas y kenianas. La policía dijo que se llevaría a cabo una autopsia para determinar la causa de la muerte.
Esconderse en el tren de aterrizaje de un avión es extremadamente peligroso. Los expertos estiman que aproximadamente tres cuartas partes de los polizones no sobreviven debido al frío extremo y a la falta de oxígeno cuando el avión alcanza la altitud de crucero.
Aunque no es común, no es la primera vez que un polizón cae sobre las calles de Londres. En septiembre de 2012, un joven de 30 años de Mozambique, José Matada, murió al caer del tren de aterrizaje de un avión proveniente de Angola.