Somos expertos en utilizar la fuerza de voluntad en casi todo: en nuestro trabajo, llevar a los hijos a 10 actividades extraescolares, tener la cena preparada a tiempo, estar siempre para todos y en todo. Y digo casi todo porque en medio de todo este lío probablemente la relación con la comida y autocuidado sea lo que más se te escape, ¿Te suena?.
Un ejemplo serían las ‘superwoman', mujeres de mediana edad que trabajan, tienen hijos o no, pero acarrean con la responsabilidad del cuidado de todo su entorno, están muy cargadas de estrés en sus rutinas, comen de mala manera y a menudo acaban el día con un atracón.
Obvio también pasa en los hombres
“No como tanto, a mí lo que me engorda es la ansiedad". Pero no, "la ansiedad no engorda" Puede engordar o adelgazar, pues también hay personas a las que les cierra el estómago.
El primer paso es tomar conciencia y comprender que "esto no es cuestión de fuerza de voluntad. La fuerza de voluntad nunca te va a ayudar a regular tu conducta alimentaria, básicamente porque comer es una necesidad básica para nuestra supervivencia y no podemos estar 7 días a las semana 5 veces al día utilizando una fuerza. Se agota.
Éste es uno de los principales motivos por los que las dietas no funcionan. Y es muy tentador utilizar la dieta como forma de compensar nuestro comer emocional, pero eso a donde nos conduce es a más deseo por los alimentos prohibidos, a conductas todo o nada y a la deprivación física y emocional.
Y por mucho que intentes controlar lo que comes a lo largo del día, si no te paras a observar con curiosidad y no juicio y empiezas a atender tus verdaderas necesidades, difícilmente vas a salir del callejón dieta/descontrol con la comida.
Nuestro autocuidado y una relación saludable con la comida empieza a suceder cuando abordamos las razones por las que comemos en exceso y soltamos la mentalidad dieta.
Pasa por descubrir cómo lidiar con nuestras complicadas vidas sin recurrir a la comida por comodidad, alivio del estrés, energía rápida o ayúdarnos a enfrentar emociones y necesidades desde un lugar de consciencia plena y compasión y no desde la restricción alimentaria.