Las agencias de inteligencias de medio mundo luchan porque las apps de mensajería dejen de cifrar los mensajes de sus usuarios para así poder acceder a ellos fácilmente.
Aunque no lo creas, WhatsApp es una aplicación muy seguray es bastante difícil que nadie lea tus mensajes enviados salvo que te esté mirando a la pantalla por encima del hombro.
Esto debes agradecérselo a la encriptación de 'extremo a extremo' ('end-to-end' en inglés), un protocolo de seguridad que cifra toda la información que se envía por el aire, haciéndola inservible incluso si ésta es interceptada por un tercero.
Eso no gusta nada a las grandes agencias de inteligencia.
Más concretamente, no le gusta nada a los llamados 'Five Eyes', los Cinco Ojos que conforman las agencia de inteligencia de EEUU, Reino Unido, Canadá, Australia y Nueva Zelanda, que presionan cada vez más a empresas como Facebook, Google y Apple para que dejen de utilizar encriptación de extremo a extremo.
Las declaraciones del nuevo Secretario de Interior de Reino Unido apuntan en esa dirección. A través de una columna en The Daily Telegraph, Priti Patel ha acusado directamente a Facebook de frustrar la lucha contra el terrorismo y la pedofilia con sus planes de extender el protocolo de protección de extremo a extremo a todos sus servicios de mensajería.
WhatsApp ya usa esta medida de seguridad y pronto lo harían Messenger y los mensajes privados en Instagram. La única forma de acceder a mensajes enviados en estas plataformas es mediante la intervención de un juez, algo que las agencias de inteligencia quieren eliminar.
Según informan desde Politico, la administración Trump se plantea prohibir por ley ciertas formas de encriptación que las autoridades no puedan burlar.
En el pasado, la negativa de compañías tecnológicas a dar acceso a información de sus usuarios ha generado graves tensiones entre organismos del estado y Silicon Valley.
Uno de los casos más notorios es la negativa de Apple a desbloquear el iPhone de un terrorista a petición del FBI, que terminó pagando miles de dólares a una empresa israelí para burlar la seguridad del dispositivo.
Pese a las crítica desde las organizaciones en defensa de la privacidad de los usuarios y desde las propias empresas tecnológicas, las autoridades no parecen dispuestas a rendirse. Una de las opciones que barajan para burlar las protecciones es crear un 'protocolo fantasma' para que la encriptación de extremo a extremo tenga 'otro extremo', en el cual están las instituciones y organismos de seguridad.
Sin embargo, esta opción no deja de crear una vulnerabilidad e introduce riesgos innecesarios, además de que pone en entredicho la integridad de las plataformas de mensajería y la privacidad de los usuarios.