El primer ministro de Bahamas, Hubert Minnis, pidió este domingo a la población de la isla de Gran Bahama, hacia donde se dirige el peligroso huracán Dorian, que no cometa el mismo error que sus conciudadanos de Islas Ábaco, completamente arrasadas y que no fueron abandonadas a pesar de las advertencias.
Dorian, con vientos de 295 kilómetros por hora, tocó tierra en el Cayo Elbow, en las Islas Ábaco, en el noroeste Bahamas, convertido en el huracán más fuerte desde que se tienen registros modernos que golpea este archipiélago.
El huracán arrasó las islas Ábaco y durante la jornada puede llegar a Gran Bahama, situada 90 kilómetros al este de la costa de Florida.
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El Ejecutivo de Nassau todavía no ha hecho ni siquiera un balance provisional del paso del histórico huracán, por lo que, de momento, no hay datos de daños materiales ni si de hay que lamentar la pérdida de vidas humanas.
Medios locales y las redes sociales sí mostraron el efecto del huracán en Islas Ábaco, donde las inundaciones fueron históricas con buena parte de la superficie de ese pequeño territorio completamente anegado.
Ríos de agua, casas inundadas, automóviles volcados y personas tratando de ganar las partes altas de sus viviendas son el resultado del paso del ciclón por esa parte de las Bahamas.
Minnis, en conferencia de prensa, lamentó profundamente que los residentes en las áreas circundantes a las Islas Ábacos no hayan prestado atención a su solicitud de evacuar el área.
Por ello, pidió a los residentes de Gran Bahama que no cometan el mismo error y que abandonen las zonas de alto riesgo de inmediato.
"Esta es la última advertencia -dijo en referencia a los habitantes de Gran Bahama-. Hemos hecho todos los arreglos necesarios y hay al menos 13 refugios disponibles", destacó Minnis.
"Este es probablemente el día más triste y peor de mi vida para dirigirme al pueblo de Bahamas. Estamos ante el peor huracán que nunca hemos visto en nuestra historia", advirtió.
"Nuestras casas están construidas para soportar vientos de al menos 240 kilómetros por hora, por lo que esto nos pondrá ante una prueba que nunca antes habíamos enfrentado", avisó, tras resaltar que las lluvias provocarán inundaciones de más altura que la mayoría de las viviendas de Bahamas.
"Esta es una tormenta mortal y monstruosa", continuó, tras recordar que en dos ocasiones anteriores le pidió a los bahameños "que abandonaran los cayos".
"Muchos no han prestado atención a mi advertencia, muchos se quedan atrás, hay personas en el área occidental que aún se niegan a irse. Solo puedo decirles que espero que esta no sea la última vez que escuchen mi voz", indicó.
Dijo que en áreas de la Islas Ábaco no se nota la diferencia entre el comienzo de las calles y el océano.
El primer ministro señaló a los periodistas que el Gobierno no tiene una legislación que autorice la evacuación obligatoria de la población, pero prometió que se presentaría un proyecto de ley al Parlamento lo antes posible.
Las acumulaciones de agua de lluvia podrían alcanzar los 76 centímetros en zonas aisladas del noroeste de Bahamas.
Dorian se mueve hacia el oeste apenas a 11 kilómetros por hora, y ese lento desplazamiento lleva a los meteorólogos a pronosticar que el huracán permanezca durante más de 24 horas en la parte septentrional de estas islas, con los consiguientes efectos devastadores.
Fuente: EFE y AFP
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