Se inauguraron las dos últimas estaciones de la planta de energía solar más grande de Sudamérica. El hecho se dio tras la instalación de más 965 mil paneles fotovoltaicos en el parque Cauchari, en la puna jujeña.
Cauchari está ubicado a 300 kilómetros de la capital San Salvador, a 4.000 metros sobre el nivel del mar, lo que hace que la zona sea dificultosa para las labores cotidianas, dado la escasez de oxigeno y las temperaturas extremas. El dinero para su instalación fue provisto en un 85% por un crédito del Exim Bank chino, país que también construye los paneles, mientras que el 15% restante es fruto del "bono verde" colocado por la provincia.
Luego de invertir años en su construcción, con la financiación de préstamos internacionales y el acompañamiento del gobierno nacional, la proyección persigue el objetivo de inyectar energía al sistema interconectado del país.
El sitio tiene una extensión de 800 hectáreas y se expande sobre tierras comunitarias pertenecientes a pueblos indígenas que forman parte del proyecto y que organizan la distribución de labores, desde el transporte hasta la alimentación, a través de la formación de cooperativas. Por eso, son accionistas y recibirán un 2% de las ganancias.
En este sentido, el gobierno jujeño proyecta que la construcción y puesta en funcionamiento del parque traerá aparejada la generación de más de 600 puestos de trabajo directos y 1.000 indirectos, un factor clave para integrar a poblaciones ubicadas en lugares de difícil acceso, como las que yacen a la vera de los caminos de alta montaña.
En el emplazamiento se instalaron un total de 965 mil módulos fotovoltaicos de 330 W cada uno. Lo que hace una potencia total instalada de 318 MW.
El director técnico de Caucharí, Guillermo Giralt, apuntó que la energía generada abastecerá a 120 mil hogares y que la zona elegida es clave ya que "cuenta con una de las radiaciones más importantes del mundo". "El lugar cuenta tiene una radiación de 2.800 horas anuales"