El robot Curiosity obtuvo una muestra del suelo marciano, la sometió a un proceso químico y se liberó líquido. El hecho alienta la posibilidad de encontrar vida o de que los humanos puedan vivir allí.
Hasta hace algunos días, la travesía del vehículo robótico Curiosity por Marte había traído no muy buenas noticias: en sus rastrillajes había encontrado “menos metano del esperado”, y como ese gas es clave para dar indicios de posible actividad biológica, se creía que la posibilidad de encontrar vida en Marte –el objetivo principal de la expedición que durará dos años– se extinguía. Pero como si el hecho hubiera sido manejado para lograr el suspenso de las mejoras películas, ahora sí los nuevos resultados de la travesía son alentadores. De acuerdo a investigaciones que serán publicadas en la revista Science, el suelo de Marte contiene “relativamente mucha agua”. Y esto es una gran noticia en función de la posibilidad de encontrar vida en el planeta y, también, de poder instalar vida humana allí, otro objetivo a largo plazo de la misión.
La proporción de agua es de alrededor del 2%, informaron los científicos encabezados por Laurie Leshin, especialista en geología y química del Instituto Politécnico Rensselear. Además, los análisis confirman que el suelo también contiene cantidades significativas de dióxido de carbono, oxígeno y moléculas con azufre.
“Uno de los resultados más excitantes de esta primera prueba fuerte que obtuvo el Curiosity es la alta proporción de agua”, indicó Leshin en un comunicado que publicó la NASA. “Sabemos ahora que habría agua abundante y fácilmente accesible en Marte”, agregó la investigadora, una de las 200 que participaron de las cinco publicaciones que formarán parte de un número especial de Science, una de las revistas de ciencias más prestigiosas del mundo.
“Si enviamos seres humanos allí, podrían recoger en cualquier lado suelo de la superficie, calentarlo un poco y obtendrían agua”, explicó Leshin.
El agua no fue encontrada en estado puro, sino que se obtuvo a partir de una cámara de análisis especial, llamada SAM, que calentó rastros del suelo marciano hasta los 835 grados y esa muestra liberó agua. La medición detectó también una molécula con cloro y oxígeno, que hasta ahora sólo era conocida en altas latitudes del planeta rojo.
Ya había indicios claros de que podría haber agua en Marte. De hecho, el propio Curiosity, que llegó a Marte en agosto del año pasado, había enviado a la Tierra imágenes de un lecho de roca que indicaría que un arroyo de un metro de profundidad alguna vez fluyó en la superficie de Marte.
Estudios geológicos de rocas en misiones previas muestran, además, indicios de que el planeta fue más cálido y húmedo en algún momento.
La importancia de este último descubrimiento es haber logrado una prueba concreta de la existencia del agua. Este hallazgo se dio a partir de muestras tomadas en una zona conocida como cráter de Gale, a la altura del ecuador de Marte.
“Marte posee una especie de capa global, una capa formada por suelo superficial, que fue mezclado y diseminado por las frecuentes tormentas de polvo”, explicó Leshin.
“Una palada de esto es algo así como una colección de roca marciana microscópica. Si uno mezcla muchos granos, se obtiene posiblemente una imagen precisa de la típica corteza marciana. Al investigar esto en un lugar, se aprende algo sobre la totalidad del planeta”, añadió la experta.
Los especialistas llegaron a la conclusión de que existe agua en Marte también a partir de otro hallazgo del vehículo robot. La primera piedra que el Curiosity analizó en el planeta rojo se diferenció de todas las rocas marcianas conocidas hasta entonces, según señaló en Scienceotros grupo de investigadores. La roca volcánica con forma de pirámide fue bautizada con el nombre de “Jake