Termina un año y también una década que ha visto nacer a la cuarta revolución industrial. Es un concepto del economista alemán Klaus Schwab, fundador del Foro Económico Mundial. Refiere, en líneas generales, a la revolución digital que está cambiando la forma en la que vivimos, nos relacionamos y trabajamos. Recién empieza.
Se despide la década del smartphone, la voz, el streaming, la IoT (internet de las cosas), los ataques cibernéticos, el gaming y los eSports, el big data y la ciencia de datos, los espionajes cibernéticos, las redes sociales y el FOMO (fear of missing out, el miedo a perderse de algo), las criptomonedas, las apps de citas, los bots, el uso abusivo de la tecnología (y el bienestar digital), los vehículos híbridos, las andanzas de Elon Musk... Y sigue.
Ha sido también la década de la hiperconexión. “Suele pasar: nos parece que el mundo siempre se parece a nuestro mundo e imaginamos, entonces, un mundo hiperconectado donde las personas se chocan por las calles por mirar su teléfonos ¿inteligentes?, y se relacionan entre sí según lo que dicen sus ´Instagrams´ y sus ´Tinders´ -y mi Twitter-. Pero lo cierto es que los que lo hacen son, de algún modo, siempre los mismos. Solo una de cada 20 personas en el mundo tiene Twitter”, señala a Infobae el periodista y escritor Martín Caparrós.
Se refiere al tercio de la humanidad que no tiene smartphone. “Lo triste es que muchas de estas personas lo sienten como un fracaso: querrían tenerlo y todavía no pueden, se esfuerzan para eso y a menudo fallan. Ya es bastante brutal que la conexión haya inundado el mundo de los que pueden tenerla; es casi peor que también sean la aspiración de quienes no lo logran”, agrega.
Incluir a las 4.000 millones de personas sin acceso a internet en el mundo de los conectados, será uno de los mayores esfuerzos de las empresas de tecnología y gobiernos en los próximos años. Mientras tanto, el mundo de la hiperconexión comenzará a sentar sus bases en una nueva década. ¿Qué esperar en 2020? Algunas tendencias y puntos de vista de expertos.
Inteligencia artificial y las consecuencias imprevistas
“Estamos siendo testigos del surgimiento de las primeras compañías en escala sobrehumana (Facebook o Google, por ejemplo). Empresas con cientos o miles de millones de usuarios, donde el volumen de trabajo necesario para la evaluación y circulación del contenido alcanza un nivel inmanejable por seres humanos. Para estas empresas los algoritmos de inteligencia artificial ya no son un ´nice to have´ (lindo tener) o un ´catch phrase´ (frase de captura) para atraer la atención. Son la única manera de gestionar sus negocios”, expresa a Infobae el emprendedor y tecnólogo Santiago Bilinkis.
Entonces, si antes todas las decisiones eran tomadas por personas, ahora lo único que podemos decidir en muchos terrenos es qué variables debe maximizar un algoritmo y dejar que un sistema de deep learning (aprendizaje profundo) encuentre la manera de hacerlo. “Eso crea una nueva capa entre estas empresas y sus usuarios. Los sistemas de IA presentan siempre consecuencias imprevistas y son casi imposibles de controlar por completo”, agrega.
Plantea que el gran desafío del año 2020 será empezar a entender mejor los efectos de esta novedad y aprender cómo vivir con ella. “Tanto en nuestro rol de managers como de participantes en las plataformas sociales.”, añade.
Según un reporte de Deloitte, para 2020 se venderán más de 750 millones de chips de IA de última generación. Tienen la función de acelerar las tareas de aprendizaje automático de los dispositivos, mejoran la relación usuario-máquina.
Redes sociales
“Luego de un 2019 marcado por noticias vinculadas con problemas de privacidad, ecosistemas de bots y el uso de datos personales para tratar de influir en la opinión de las personas e incluso modificar tendencias en elecciones, creo que el nuevo año en redes sociales tendrá el foco puesto en la transparencia y un nuevo acuerdo entre compañías y usuarios, quienes exigirán informarse más acerca de la conducta de las empresas y sus compromisos comerciales que puedan afectar el tipo de contenido que se muestra”, señala a Infobae Tomás Balmaceda, filósofo y periodista.
Menciona a las elecciones presidenciales que se darán en los Estados Unidos y a las redes sociales como el nuevo sitio favorito para fomentar discusiones y difundir información, aunque no siempre mediante “herramientas limpias”. “Será interesante comprobar si las empresas cumplirán las promesas que fueron haciendo en los últimos meses”, dice.
Agrega: “Twitter ya anunció que no tendrá más publicidad de políticos y Facebook se debate acerca de cómo moverse entre la libertad de expresión y la divulgación de mentiras. También hay que mirar de cerca qué sucederá con TikTok y las restricciones del gobierno chino, que los llevó a censurar contenido de carácter político”.
Por otro lado, y más allá del impacto político y social que tendrán las redes sociales en el próximo año, señala que en 2020 plataformas como Instagram y YouTube deberán resolver de qué manera pueden contener a los influencers, quienes mueven el tráfico de la plataforma. Sin embargo, Balmaceda dice que no parecen regidos por las mismas reglas y normativas que las compañías o, incluso, las celebridades.
“La obligación impuesta en los Estados Unidos a que confirmen si están haciendo contenido patrocionado debería mover el tablero en todo el globo, quizá repensando el modelo de negocios de los influenciadores, que llevó a peligros ciertos cuando fueron utilizados, por ejemplo, para promocionar cigarrillos electrónicos a un público menor de edad y productos que prometían soluciones mágicas a la pérdida de peso”, finaliza.
El gaming seguirá creciendo de forma diversa
”La industria de los juegos para móviles está viviendo un momento espectacular, se está reinventando. Esto es bueno para los mercados y para los usuarios. Vemos que hay servicios de streaming de juegos como Stadia de Google o Hatch de Rovio (la empresa que nos trajo Angry Birds), que nos permiten jugar juegos sin la necesidad de descargarlos, así como funciona Netflix”, señala a Infobae Martina Santoro, consultora, CEO de Okam Studio y ex presidenta de ADVA (Asociación de Videojuegos Argentina).
También destaca la maduración de los juegos indie (de género independiente), los battle royale (el “todos contra todos”) y los eSports. “En este último caso, nos encontramos con equipos que compiten en estas finales que son éxitos a nivel mundial. Hay más gente hoy mirando las finales de League of Legends que las olimpíadas y el NFL (liga nacional de fútbol americano) juntos”.
Para Santoro, lo interesante es que el juego se está volviendo en tema de todos. "Al fin estamos logrando esta democratización, todos somos jugadores, se perdieron estigmas. Los juegos van a ser cada vez más sociales, para jugar con amigos, familia, niños, abuelos... Hay juegos para todos y tienen un rol clave en el desarrollo de las personas, no solo como un recurso de entretenimiento sino para socializar, aprender, para expresarse”, finaliza.
Ataques cibernéticos
Simon Shooter, socio de la compañía de abogados Bird&Bird, dice que “2020 verá la escalada de la guerra cibernética, con inteligencia artificial (IA) en uso en ambos lados de la división”. En este sentido, los hackers han estado experimentando ataques con IA durante mucho tiempo, destinados a redes corporativas y gubernamentales. Sin embargo, la necesidad de permanecer indetectables ha limitado el uso de IA en la práctica. Según Shooter, “a medida que la guerra fría cibernética se calienta, eso podría cambiar”.
Por su parte, Nicolás Waisman, a cargo del laboratorio de seguridad de GitHub (compañía que provee hosting para desarrollo de software) señala a Infobae: “Para el público en general, los incidentes más presentes seguirán siendo los mismos, como hace años. Por un lado el ransomware (vinculado al secuestro de datos) está siempre dando vueltas, y el otro que es muy importante es el robo de cuentas, principalmente como consecuencia del robo de contraseñas”.
Sin embargo, Waisman cree que los usuarios han evolucionado respecto de sus protecciones, asimilando el uso de factores de segunda autenticación que ya son un standard en esta época. Agrega: “Hay algunas reglas básicas para los usuarios que si las seguimos, vamos a estar muy bien. Mirar dos veces antes de apretar en un link que nos llega por email o por otro medio. Si el banco o la cuenta de email nos pide que cambiemos la contraseña, no lo hagan siguiendo el link el email sino que entren directamente a la página. Eviten también abrir archivos de procedencia extraña o que no hayan pedido”.
Recomienda siempre habilitar el segundo factor de autenticación. “El mayor porcentaje del robo de cuentas online, se da por no habilitarlo. Tómense 30 minutos un dia y vayan por cada una de sus cuentas, lean las configuración de seguridad y habiliten. Es posiblemente la mejor inversión de seguridad que pueden hacer”, sugiere.
5G y datos personales
La tecnología 5G ya está disponible en países como Corea del Sur, China, Estados Unidos e Inglaterra, entre otros. Sin embargo, aun hay pocos dispositivos que admitan el nuevo estándar, y aún menos que sean aceptables para los primeros usuarios de dispositivos de tecnología de quinta generación.
Los dispositivos insignia de fabricantes como Samsung, Google y Apple continúan siendo 4G solamente. Probablemente esto comenzará a cambiar en 2020, con por ejemplo, los nuevos modelos Pixel, iPhone y Samsung Galaxy.
Diego Bekerman, gerente general de Microsoft Argentina, señala que para 2030 se esperan 50 mil millones de dispositivos conectados (con un 5G que ya será habitual). “Implica que también crecerá la variedad, la velocidad y el volumen de datos que se generan. La próxima fase de innovación impulsará más sistemas y experiencias inteligentes con tecnología cada vez más ubicua y menos invasiva. Esto traerá nuevos desafíos éticos y regulatorios que es necesario empezar a discutir”, señaló.
Por su parte, Johanna Faliero doctora en derecho, especialista en derecho informático, expresó: "El 2020 nos depara un escenario prometedor y complejo en materia de datos personales. Por una parte, la oportunidad a nivel local de alcanzar una genuina regulación protectoria en la materia, además de ser una necesidad evidenciada hace largo en el área, es una posibilidad real de superación de los intentos fallidos de hacerlo hasta el momento”.
Según Faliero, el 2020 será el año en el que deberemos revalorizar la autodeterminación informativa del titular de los datos, su derecho a brindar su consentimiento expreso e inequívoco y, como principio, el respeto por la privacidad, seguridad y calidad de los datos.
La nube, para todo
Según datos de IDC, para 2022, más de la mitad de las empresas en América Latina integrarán la gestión de la nube, a través de sus nubes públicas y privadas. “Las empresas latinoamericanas continuarán su camino hacia la nube híbrida y multi-cloud, principalmente porque los servicios de nube pública dentro de entornos híbridos han demostrado tener la capacidad de soportar los requisitos de seguridad, protección de datos y transparencia que las empresas de nuestra región demandan y exigen”, señala Natalia de Greiff, vicepresidentede Cloud&Cognitive de IBM América Latina.
En 2019, IBM completó la mayor adquisión de su historia comprando por USD 34.000 millones a Red Hat, el proveedor líder de tecnologías de nube híbrida de estándares abiertos. Si bien la computación en la nube híbrida proporciona la máxima flexibilidad, solo funciona si se basa en estándares abiertos para que los desarrolladores de software puedan crear una aplicación una vez y ejecutarla en cualquier lugar.
De acuerdo con IDC, en 2025, casi el 50% de las empresas en América Latina serán productores prolíficos de software y habrá más de 90% de nuevas aplicaciones nativas en la nube. Además, según el BID, para el 2025 la industria empleará a más de 1.2 millones de programadores en la región.