La idea de compartir cuentas entraña graves peligros en un tiempo en que los delitos en internet están en alza.
Compartir cuentas en servicios de reproducción de vídeo bajo demanda como Netflix, HBO o Amazon Prime puede parecer a priori una buena idea ya que contribuye a repartir gastos. Sin embargo, no es oro todo lo que reluce y la idea de compartir cuentas entraña graves peligros en un tiempo en el que los delitos en internet están al alza.
Cada vez son más las personas que deciden compartir con amigos el usuario y contraseña de las plataformas de vídeo en 'streaming' como Netflix o HBO para ahorrar algo de dinero, pero esto puede acabar siendo peligroso, debido a la reventa de cuentas o hackers que reactivan cuentas canceladas.
A menudo, las personas utilizan las mismas contraseñas para varias cuentas, por lo que si comparten su información con otras personas podrían estar poniendo en riesgo el resto de sus cuentas.
En una encuesta realizada por Magid para la cadena estadounidense CNBC, el 35 por ciento de los 'millenials' (de 16 a 36 años) comparte las contraseñas de sus servicios de 'streaming'.
Este porcentaje se reduce al 19 por ciento en la generación 'X' (nacidos entre 1961 y 1979) y al 13 por ciento en los 'baby boomers' (nacidos entre 1946 y 1965), según el informe.
Asimismo, una investigación publicada en octubre por Harris Poll con la colaboración de Google, muestra que el 43 por ciento de los estadounidenses han compartido alguna contraseña con otra persona, de los cuales un 22 por ciento lo ha hecho para un servicio de televisión o 'streaming'.
El informe subraya además que un 66 por ciento de los encuestados afirma haber utilizado la misma contraseña para diferentes cuentas.
Esta podría haber sido una de las razones por las que miles de cuentas del servicio de vídeo en 'streaming' Disney+ fueron 'hackeadas' poco después de que se lanzara la plataforma el 12 de noviembre en Estados Unidos.
Como consecuencia del robo de las contraseñas, que se pusieron a la venta en foros de la 'dark web', los usuarios dejaron de tener acceso a sus cuentas.
Miles de datos de credenciales de estas cuentas se vendían en foros de 'hackers' por precios entre 3 y 11 dólares (entre 3 y 10 euros aproximadamente), algunas de ellas superando el precio de suscripción al servicio.
La compañía de ciberseguridad Bitdefender emitió un comunicado al respecto achacando esta situación a la costumbre de los usuarios de utilizar la misma contraseña para distintos sitios web.
"Las personas tienden a usar los mismos nombres de usuario y contraseñas en múltiples servicios 'online', ya que eso resulta más fácil a la hora de recordarlos. A veces, los piratas informáticos roban esas credenciales sin que los usuarios sean conscientes de ello", declaró el director de Investigación de Amenazas en Bitdefender, Bogdan Botezatu.
CUENTAS ZOMIE
Netflix también ha sufrido problemas similares. Según la cadena británica BBC, en las últimas semanas varios usuarios de esta plataforma denunciaron a través de Twitter que habían recibido cargos de cuentas que habían cancelado hace meses.
Para facilitar que los clientes vuelvan a activar sus cuentas, Netflix guarda los datos del cliente, entre ellos los de facturación, durante 10 meses. Los 'hackers' se aprovechan de esto y mediante un 'malware', 'phishing' o por ser cuentas compartidas, terminan apropiándose de las contraseñas de cuentas canceladas.
La compañía ha señalado que los usuarios pueden enviar un mail para solicitar que, una vez cancelan la cuenta, todos sus datos sean eliminados.
Asimismo, Netflix ha recalcado que los usuarios también deben prestar más atención a los avisos de seguridad, ya que cuando alguien reactiva una cuenta cancelada, recibe un aviso a través de su correo electrónico o dispositivo.
MEDIDAS PARA LUCHAR
Netflix y HBO están estudiando nuevas medidas para combatir el uso compartido de contraseñas, algo que podría estar costando a estas compañías miles de millones de dólares en ingresos perdidos cada año, según Bloomberg.
Entre las medidas que están considerando estas empresas se encuentra exigir a los usuarios que cambien sus contraseñas de forma periódica o enviar un mensaje de texto a los teléfonos de los suscriptores con una clave que tendría que introducir para poder tener acceso, así como el uso de huellas digitales.
El director de Producto de Netflix, Greg Peters, confirmó en una entrevista en octubre que su compañía está estudiando cómo regular a los usuarios que comparten las contraseñas con otras personas y que está barajando "formas amigables para el consumidor" para limitar estas conductas.
Peters reconoció que "continúa monitorizando esto (el uso compartido de contraseñas)". "Estamos analizando la situación", concluyó el directivo de la plataforma de 'streaming'.