El desarrollo, propiedad de Lockheed Martin, trae modificaciones significativas en el software y armas “inteligentes”.
La tecnología en la aviación de combate alcanzó un nuevo nivel con el reciente desarrollo de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos, quien dotó a su caza furtivo F-22 Raptor con nuevas armas, sensores, radares y aviónica mejoradas que están "listas para la guerra".
Esta versión renovada del Raptor F-22, lanzado en 2005, es fruto de un programa de actualización de software de varios años destinado a preparar el avión para una guerra contra grandes potencias, según remarcó su fabricante Lockheed Martin.
La actualización incluye misiles aire-aire -AIM-120D y AIM-9X- y trae una tecnología mejorada de ataque de superficie.
Por su parte, los desarrolladores de armas Raytheon AIM-9X explicaron que agregaron una espoleta rediseñada y un dispositivo de seguridad de encendido digital que mejora el manejo en tierra y seguridad en vuelo.
El F-22 presenta además componentes electrónicos actualizados que permiten mejoras significativas, incluida la capacidad de bloquear el misil después del lanzamiento. Esto es capaz de lograrse por medio de un nuevo enlace de datos de armas que va más allá del alcance visual, expresaron desde Raytheon en un comunicado.
Otra parte de la actualización de armas incluidas en el nuevo diseño del F-22 está en disparar el AIM-120D, un misil aire-aire avanzado de alcance medio (AMRAAM) diseñado para ataques a toda hora del día, ya que cuenta con una guía activa de radar.
Las armas de fuego F-22, que aportan aún más precisión, permitirán que se aproveche mejor su tecnología "Supercrusero", que alarga el tiempo y el alcance de la misión con velocidades supersónicas. Esta capacidad se atribuye al empuje del motor y a la configuración aerodinámica del avión. Esto permitirá más tiempo de permanencia para las misiones de ataque, lo que permitirá a los pilotos buscar y localizar mejor objetivos específicos, sostuvieron los fabricantes.
Todas estas mejoras son parte de una nueva estrategia de la Fuerza Aérea de los EE.UU. en busca de la supremacía aire-aire contra otras plataformas de países rivales, como el caza furtivo ruso Su-57 o el denominado "Potente Dragón" Chengdu J-20 de China.