“Tenemos la misma incertidumbre y preocupación que todos. Futbolísticamente no hay nada, así que tuvimos que reinventarnos para sobrevivir. Estamos nutriéndonos constantemente a través de charlas con colegas y grandes personas, para regresar mejor de lo que estábamos” expresó.
Y agregó: “Arrancamos muy bien con las prácticas, pero el paso del tiempo te quema la cabeza. Mantenemos contactos telefónicos. Los jugadores entrenan de manera individual para no perder el ritmo físico que había ganado el equipo”.
A nivel personal, Billava reflejó su situación: “Yo estaba ciento por ciento abocado al fútbol. Ahora tuve que poner a trabajar un auto de remis. Gracias a dios el club no me dejó desamparado. Desde lo económico me siguen dando una ayuda que para mí es muy importante. Hacen un gran sacrificio y yo lo valoro mucho”.
Finalmente, el entrenador expresó su opinión sobre el futuro del fútbol regional: “Yo era muy optimista al principio, pero ahora el virus muestra su peor cara. Se han incrementado los casos y es complicado. Solo veo la posibilidad de comenzar los entrenamientos en octubre, hacer algo zonal para el verano y comenzar de buena forma la pretemporada del año siguiente”.