"Estábamos todas muy contentas de volver a entrenar, hace mucho que no tocábamos una pelota y realizábamos un partido, al principio estaba ansiosa y después con tranquilidad. Volví crecida en todos los sentidos, me llevo la corrección en mi precisión. En los primeros días se noto un poco la inactividad de tantos meses pero después ya pudimos agarrar el ritmo, y fue una concentración muy buena", expresó Rochaix.
Sobre en que se basaron los entrenamientos que llevaron a cabo en la Federación Cordobesa de Voley, la jugadora dijo: "Hacíamos pases individuales o de a dos, después comenzamos con los partidos, juegos, saque y recepción. Se realizaban también ejercicios específicos por posición y al final un global".
Con respecto a los protocolos que tuvieron que realizar, la armadora afirmó: "En las charlas y las entradas en calor estábamos todas con barbijos, cuando íbamos a tomar agua cada una con su botella y nos higienizábamos con alcohol en gel tanto nosotras como las pelotas. Lo respetamos muy bien"
En relación a las sensaciones de poder entrenar junto a Julieta Lazcano, capitana de la Selección Argentina, Rochaix enfatizó: "Al principio creo que esa ansiedad que teníamos venía de la mano a que iba a ir ella, yo la veo en la televisión. Al grupo le ayudó mucho, se nota que es una jugadora con experiencia. Nos hizo crecer en el voley y en lo social".
"Victoria Mayer, es mi referente dentro de Las "Panteras", uno de mis objetivos es poder llegar a donde está ella hoy, si sigo entrenando puedo tener la posibilidad", concluyó la armadora.