La tecnológica crea una división que despachará medicamentos con rebajas de hasta el 80% en genéricos en EE UU.
La irrupción de Amazon en el negocio de las farmacias con una división comercial específica ha puesto patas arriba un lucrativo sector que, como el de la sanidad, en Estados Unidos está en manos del mercado: un grueso porcentaje de los anuncios publicitarios en televisión son ofertas de medicamentos y de seguros médicos. El anuncio, este martes, de que la plataforma permitirá comprar medicamentos con receta y recibirlos en casa de forma gratuita a los suscriptores del servicio Premium, provocó una fuerte caída de las acciones de las grandes cadenas de farmacias del país, como CVS, Walgreen o Rite Aid, con pérdidas de entre el 7% la primera y el 14% de la última. Amazon en cambio subió algo más de un punto en el índice Nasdaq de la Bolsa de Nueva York este martes.
El negocio de las farmacias mueve anualmente 300.000 millones de dólares (unos 253.000 millones de euros) en EE UU. Hace dos años Amazon compró por 750 millones la farmacia online PillPack, con serios retrocesos en Bolsa de las tradicionales cadenas locales, como las tres citadas. Un año después de la adquisición de PillPack por Amazon, Walgreen firmó un acuerdo de colaboración con Microsoft por siete años.
El nuevo servicio que ofrece la compañía de Jeff Bezos es una farmacia online en la que los usuarios pueden crear un perfil seguro en el que recibir las recetas prescritas por los especialistas, introducir los datos de su cobertura sanitaria y comprar directamente los fármacos para recibirlos en su domicilio, lo cual plantea también ciertas dudas sobre el tratamiento de los datos confidenciales de expedientes médicos. “Poner a los clientes en primer lugar” es el propósito de la nueva división de Amazon, declaró a través de un comunicado T. J. Parker, número dos de Amazon Pharmacy.
La tecnológica asegura que aceptará la mayor parte de los seguros médicos, y quienes no dispongan de cobertura sanitaria podrán, a través de la modalidad preferente, adquirir productos con descuentos negociados por la propia compañía. La rebaja en el precio de venta al público de los fármacos podrá alcanzar hasta el 80% en el caso de los genéricos y el 40% en el resto, y será accesible también en 50.000 establecimientos físicos de otras cadenas de farmacias, ha informado la tecnológica. “Cualquier persona que necesite una receta puede conocer mejor sus opciones, hacer su pedido al precio más bajo disponible y recibir su medicamento rápidamente”, destacó Parker, con un envío gratis en 48 horas para los suscriptores premium.
La limitación de movimientos impuesta por la crisis del coronavirus ha incrementado el volumen de usuarios que prefieren recibir los medicamentos por correo o en su propia puerta, según datos que manejan medios locales como la CNBC. Amazon ha señalado que distribuirá todo tipo de fármacos, con la excepción de la mayor parte de los opiáceos, prescritos como analgésicos y responsables de una crisis sanitaria de adicciones y muertes por sobredosis sin parangón en el mundo.
Al margen de los pequeños despachos de fármacos con receta, que ocupan una parte infinitesimal de los locales, las grandes farmacias de EE UU, que también venden comida preparada, flores, productos de belleza, higiene y droguería e incluso accesorios de ropa o viaje, ofrecen una amplísima gama de remedios sin prescripción médica más allá de los habituales de cualquier parafarmacia, lo cual, en consonancia con los anuncios de fármacos en la televisión, explica tanto el volumen como el atractivo del negocio incluso para gigantes como Amazon.